Biberones para alimentar a bebés prehistóricos

Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol, con la doctora Julie Dunne de la Facultad de Química al mando, se interesó por la utilidad que podrían tener unos recipientes de arcilla, que parecían destinados a la alimentación, y que aparecen por primera vez en Europa en el Neolítico.

¿Qué misterio había alrededor de estos vasos? Todo apuntaba a que servían para darle de comer a bebés: pequeños para caber en las manos de los pequeños, con un agujero en el extremo de un pico para poder succionar el líquido y, en muchos casos tienen pies o forma de animales inventados. Pero aún así , la evidencia científica no aportaba evidencias directas que pudieran afirmar para qué o quién estaban destinadas. Otra posibilidad que se manejaba es que fueran para personas enfermas. Pero los investigadores se empeñaron en estudiar la vía de la alimentación infantil y seleccionaron tres muestras de tumbas infantiles en Baviera, pequeños y con el pico estrecho. Después, a través de pruebas químicas e isotópicas mezcladas identificaron los residuos de alimentos encontrados dentro de los vasos y han demostrado que las botellas contenían leche de rumiantes domesticados como ovejas y cabras. El hallazgo, publicado en la revista Nature, no aclara si era para sustituir la leche materna o para la época del destete.

Se trata del primer estudio que ha aplicado este método directo de identificación de alimentos de destete a bebés en el pasado y abre el camino para las investigaciones sobre la alimentación de vasos de otras culturas antiguas en todo el mundo. “Estos recipientes muy pequeños y sugerentes nos brindan información valiosa sobre cómo y qué bebés fueron alimentados hace miles de años, proporcionando una conexión real con las madres y los bebés”, explicó la doctora Dunne. También confirmó que se han encontrado en otras culturas prehistóricas objetos semejantes y piden “llevar a cabo un estudio geográfico más amplio e investigar si sirvieron para el mismo propósito”.

La socia del proyecto, la doctora Katharina Rebay-Salisbury, del Instituto de Arqueología Oriental y Europea de la Academia de Ciencias de Austria, que dirige un proyecto financiado por el ERC sobre la maternidad en la prehistoria, agrega: "Criar bebés en la prehistoria no fue una tarea fácil. Nosotros estamos interesados en investigar las prácticas culturales de la maternidad, que tuvieron profundas implicaciones para la supervivencia de los bebés. Es fascinante poder ver, por primera vez, qué alimentos contienen estos vasos".

Por su parte, el profesor Richard Evershed, que dirige la Unidad de Geoquímica Orgánica de Bristol y es coautor del estudio, añade que "es un ejemplo sorprendente de cómo la información biomolecular consistente, adecuadamente integrada con la arqueología de estos objetos raros, ha proporcionado una visión fascinante en un aspecto de la vida humana prehistórica tan familiar para nosotros hoy".