Sociedad

Caso Pablo Ibar: “Llevo tres años sin poder abrazar a mi hijo. En el juicio no me dejaron saludarle”

“El padre Ángel ha bendecido hoy a mi hijo”, afirma Cándido Ibar

Pablo Ibar durante la audiencia en el tribunal del condado Broward, en Fort Lauderdale, Florida (EEUU)
Pablo Ibar durante la audiencia en el tribunal del condado Broward, en Fort Lauderdale, Florida (EEUU)larazon

“Mi hijo me ha dicho: ''Es muy importante que mi caso no se olvide en España. No se ha resuelto nada. Soy inocente y sigo en prisión. De seguir así moriré en ella””.

Hace menos de diez días que Pablo Ibar logró esquivar la pena de muerte. Este periódico habla con su padre, Cándido, que todavía no ha podido ir a visitarle y no podrá hacerlo hasta que no dictaminen a qué prisión debe ir. “He hablado hoy con él por teléfono y ahora me reuniré con el padre Ángel, que ha ido a visitar hoy a Pablo con el cónsul, que tiene un permiso especial”.

“El padre Ángel le ha bendecido y le ha pedido a Pablo que le dé su bendición. Han pasado un rato juntos, hablando”. “Yo no puedo ir a ver a mi hijo hasta que no esté en una prisión. Pablo tenía que haber ido el martes a someterse a una evaluación, pero finalmente no le llevaron. Luego nos dijeron que sería el jueves, pero tampoco. Y hasta que no pase esa evaluación, que nos han dicho que puede llevar un mes, y tenga destino, nosotros no podemos ir a verle. Él quiere ir ya a la prisión que le toque para que tengamos un encuentro familiar”.

“No he abrazado ni tocado a mi hijo desde hace tres años. Siempre que nos hemos visto ha sido a través de una pantalla, y si no hablando por teléfono. En el juicio tampoco, me dijeron que estaba prohibido saludarnos, hacernos un gesto o cruzar una mirada con él”, denuncia este padre que sigue sacando fuerzas de donde puede. No le queda otra, la batalla judicial no ha terminado. “Mi hijo me ha dicho: “Es muy importante que mi caso no se olvide en España. No se ha resulto nada. Soy inocente y sigo en prisión. De seguir así, moriré en ella””.

Cabe recordar que Pablo Ibar está acusado de un triple crimen cometido en 1994 en Miramar (Florida). Lleva ya 25 años en prisión, 16 de los cuales estuvo en el corredor de la muerte del que logró salir en junio de 2016, después de que el Tribunal Supremo de Florida anulase el 4 de febrero de ese año la sentencia a muerte y ordenase la celebración de un nuevo juicio. Este año fue declarado culpable del asesinato de las modelos Sharon Anderson y Marie Rogers y de Casimir Sucharski, el dueño de un club nocturno. Pero hace algo más de una semana el mismo jurado popular que le condenó le libró de la pena de muerte y le impuso la cadena perpetua. Nada más conocerse la sentencia de culpabilidad la familia de Pablo anunció que la recurrirán.