Grecia
Proponen una nueva denominación a las subidas repentinas de temperaturas
Dos profesores de Física Aplicada han propuesto llamar "flash heats"(flashes de calor) a los episodios de subida de temperatura de duración inferior a dos días.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y de la Universidad de Barcelona (UB) han propuesto a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) una nueva denominación científica para los fenómenos de subida repentina y breve de temperatura, episodios que pueden ser cada vez más frecuentes con el cambio climático.
Los profesores Jordi Mazon y David Pino, del departamento de Física Aplicada de la UPC, y Mariano Barriendos, del departamento de Historia Moderna de la UB, han propuesto llamar "flash heats"(flashes de calor) a los episodios de subida de temperatura de duración inferior a dos días.
Según la UPC, esta nueva denominación podría suponer cambios en los protocolos de actuación para la prevención de olas de calor o de incendios forestales, así como en la cobertura de los daños causados por estos fenómenos por parte de las compañías aseguradoras.
Los científicos plantean llamar "flash heats"a los fenómenos de subida de temperatura, habitualmente acompañados de una bajada de la humedad, de más de dos horas y hasta dos días de duración, ya que actualmente no existe un nombre científico reconocido para definir este fenómeno, aunque sí se reconoce su existencia.
Según han explicado los investigadores, la Organización Meteorológica Mundial identifica como "heat wave"-ola de calor, en castellano- los periodos de temperatura anormalmente elevada de al menos 5 grados superior a la media y de una duración de, como mínimo, dos días consecutivos y hasta varias semanas.
Por su parte, la American Meteorological Society define "heat burst"los episodios similares, pero de duración típicamente de pocos minutos o excepcionalmente de hasta una o dos horas como máximo. Así pues, los organismos competentes identifican los fenómenos que forman parte de la microescala (los 'heat bursts') y los de la macroescala (los 'heat wave'), pero no los de la mesoescala.
La propuesta de los investigadores de la UPC y UB es llamar 'flash heats' a este tipo de episodios ya que no pueden ser considerados ni 'heat waves' ni 'heat bursts'.
La investigación se ha basado en el análisis instrumental y la simulación numérica, a partir de los datos de temperatura y humedad tomadas en Barcelona el 27 de agosto de 2010, y en Heraklion (Grecia) el 21 de marzo de 2008.
En el primer caso, Barcelona experimentó el récord histórico en 230 años -desde que hay registros- de temperatura máxima media y llegó a registrar 39,8 grados al nivel de mar, aunque el episodio duró menos de 10 horas y tuvo un pico central de unas 5 horas.
El episodio se definió como "pequeña ola de calor"a falta de una denominación específica para el fenómeno.
En el caso de Grecia, se detectó una subida anómala de la temperatura de 12 horas de duración que llegó a 34 grados de máxima durante la madrugada del 21 de marzo de 2008.
En ambos casos la temperatura subió de media más de 5 grados y la causa fue el movimiento rápido de una dorsal de aire cálido del norte de África.
Según los científicos, discernir entre ola de calor y "flash heat"puede ayudar a afinar el estudio del comportamiento atmosférico, el análisis de la dinámica y la evolución del calentamiento global y la investigación del cambio climático.
Asimismo, los autores analizan los impactos en el medio ambiente y la salud, ya que existe un riesgo real de que las subidas repentinas de temperatura inicien los incendios forestales o tengan efectos en la salud, como los golpes de calor.
Pero, si los episodios de calor no llegan a durar más dos días seguidos, no se identifican como 'heat wave' y, por tanto, no se activan protocolos de prevención de incendios ni se advierte a la ciudadanía de las precauciones a adoptar.
Los 'flash heats' también pueden tener efectos en el consumo energético y provocar daños en los cultivos, que podrían prevenirse reconociendo y estudiando más estos períodos de calor.
Además, estos daños no suelen estar cubiertos por las aseguradoras, ya que la póliza no incluye los 'flash heats' dado que no están reconocidos por las organizaciones competentes.
La investigación ha sido publicada en la revista científica "Natural Hazards and Earth System Sciences"y sus autores han propuesto la nueva definición a la OMM a través del Servicio Meteorológico de Cataluña y la Agencia Estatal de Meteorología.
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