Ciencia
Una de setas para este paleolítico
Un estudio liderado por Robert C. Power del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology de Leipzig (Alemania), y codirigido por el investigador Domingo Carlos Salazar García de la Universidad de Valencia, ha detectado la primera evidencia del consumo humano de setas.
El trabajo, publicado en el Journal of Archaeological Science, ha explorado la dieta antigua mediante el análisis de cálculos dentales de individuos magdalenienses del yacimiento cántabro de El Mirón, informa Tendencias 21.
Los análisis de microscopía óptica y electrónica de barrido han detectado un amplio abanico de microrrestos de origen vegetal, fúngico, animal y mineral atrapados en los cálculos dentales en vida, que aportan información muy valiosa sobre la alimentación en el Magdaleniense (Paleolítico superior europeo).
Habitualmente las técnicas que reconstruyen las pautas alimentarias prehistóricas se centran en el consumo de productos animales, por este motivo, según el investigador, “poder obtener mediante este tipo de estudios información sobre el consumo de recursos vegetales es importante para tener una idea más completa sobre la alimentación de nuestros antepasados”.
“Este tipo de microrrestos demuestran que los individuos en El Mirón consumieron una amplia variedad de plantas de distintos ecosistemas, así como otro tipo de alimentos como setas de la variedad boletus”, asegura el investigador valenciano, asociado al Department of Human Evolution del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology.
Salazar recuerda que la arqueología no ha aportado mucha información hasta ahora sobre el uso temprano de setas. Y, aunque su uso es poco comprendido durante la prehistoria, la etnografía ha visto que grupos cazadores-recolectores recientes han utilizado frecuentemente las setas como alimento, condimento y medicina.
Más información en Tendencias 21
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