Salud
Cómo cuidar tus ojos en verano
La sobreexposición solar crónica puede contribuir al desarrollo de lesiones oculares graves
En verano, es imprescindible proteger nuestra piel del sol y mantenernos hidratados, pero muchas veces olvidamos cuidar nuestros ojos, que son especialmente vulnerables durante esta temporada porque están expuestos a diversos factores que pueden causar problemas oculares.
La exposición al sol, la sequedad ambiental, el contacto con el agua y los aires acondicionados pueden provocar molestias oculares, como sensación de arenilla, escozor o enrojecimiento. Además, el contacto de las lentes de contacto con el agua de piscinas o productos de desinfección puede aumentar el riesgo de conjuntivitis. La exposición directa o indirecta al sol sin protección adecuada puede dañar la córnea, y causar queratitis, actínica o fotoqueratitis.
Asimismo, la sobreexposición solar crónica puede contribuir al desarrollo de lesiones oculares graves, como el pterigion, la pinguécula, la DMAE o la catarata.
Consejos esenciales La Dra. Belén Torres Ledesma, del Hospital Quironsalud Clideba, de Badajoz, apunta una serie de consejos esenciales para proteger los ojos durante el verano:
- Evitar la exposición directa al sol: las horas centrales del día son especialmente peligrosas debido a la intensidad de los rayos solares.
- Utilizar gafas solares de calidad con filtros homologados que protejan de los rayos UVA y UVB. Las gafas polarizadas son recomendables para neutralizar los reflejos solares porque no todas las gafas de sol ofrecen la misma protección.
- Usar gafas de natación: tanto para bañarse en piscinas como en el mar, es preciso proteger los ojos del cloro, de los productos de desinfección y de la sal, utilizando gafas de natación homologadas.
- En el caso de usar lentes de contacto, se deben extremar los hábitos de higiene, especialmente durante las vacaciones. El contacto con el agua puede aumentar el riesgo de infecciones oculares, por lo que se recomienda no bañarse con las lentillas puestas. Además, es importante asegurar una correcta conservación delas lentes y acudir al oftalmólogo si se presentan síntomas como enrojecimiento ocular, dolor intenso o pérdida de visión.
- Dejar descansar los ojos si se usan lentillas. Siempre se deben llevar unas gafas para poder cambiarlas y permitir que los ojos descansen.
- Evitar ambientes secos y ventiladores directos: estos factores pueden causar sequedad ocular.
- Si se siente irritación o picazón, no hay que rascare los ojos. Conviene utilizar lágrimas artificiales sin conservantes para aliviar los síntomas.
- Seguir una dieta equilibrada: algunos alimentos como naranjas, albaricoques, melocotones, frutos rojos, pescado azul, aguacates, espinacas, lechuga, zanahorias y judías verdes son beneficiosos para la salud ocular.
- Practicar ejercicio físico con protección ocular. Los deportes al aire libre, especialmente aquellos con riesgo de contacto o golpes, deben practicarse con gafas protectoras.
- Hay que realizar revisiones periódicas de la vista acudiendo al oftalmólogo para realizar exámenes de rutina y recibir un diagnóstico preciso en caso de presentar síntomas o molestias oculares.
Cuidado ocular en niños
Los niños son especialmente vulnerables debido a que su desarrollo visual está en curso. Es esencial proteger y cuidar sus ojos durante todo el año, pero especialmente en verano. La exposición directa al sol debe evitarse durante las horas más peligrosas del día. Se recomienda el uso de gafas de sol homologadas, gorras o viseras para proteger los ojos de la radiación ultravioleta. Además, los niños son más propensos a sufrir conjuntivitis irritativas y alérgicas, por lo que se recomienda el uso de gafas de natación y el lavado ocular con suero salino en caso de presentar síntomas.
En síntesis, mantener una buena salud ocular en verano es fundamental para disfrutar de esta temporada sin complicaciones y de forma segura.
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