Diez mil euros por una pista «fiable»

Un mes después de la desaparición del universitario brasileño Víctor da Silva, su familia ofrece 10.000 euros a quien les dé una pista "fiable".

Cuando se cumple justo un mes desde la desaparición el día de Nochevieja del universitario brasileño Víctor da Silva, su familia ofrece 10.000 euros a quien les dé una pista "fiable"sobre su paradero, ya que aunque descartan tajantemente que su ausencia sea voluntaria, desde entonces no se sabe nada de él.

Víctor da Silva, natural de Sao Paolo, es hijo único y desde los 8 años reside en Zaragoza con su familia.

Es un joven de 19 años, totalmente normal, que estudia en la Universidad de Zaragoza y que el 31 de diciembre de este año decidió ir a una fiesta de Nochevieja en la capital aragonesa, en Espacio Ebro en el Parque Luis Buñuel, de la que no regresó a su casa.

Ha pasado un mes, y al joven se le está buscando por el río Ebro, su afluente el Gallego, y por los alrededores; pero de él ni rastro.

Su familia no se resigna y Thais Silva, la prima del joven, ha anunciado públicamente que dará 10.000 euros a quien dé una "pista fiable"sobre el paradero del chico.

En casa del joven no lo dan todo por perdido y confían en que algún día vuelva a estar con ellos; es más, cuando alguien habla del joven en pasado, inmediatamente Thais corrige a su interlocutor para utilizar el presente.

"En casa nadie está preparados para nada", defiende cuando se le pregunta si piensan que Víctor podría aparecer algún día por su propio pie. Sin embargo, "esté como esté", quieren encontrarlo, saber "dónde está"y qué "le pasó", explica.

El 31 diciembre, la madre del joven y la propia Thais se fueron a Santander a pasar la Nochevieja con unos familiares y el chico se quedó en Zaragoza para ir a una fiesta de Fin de Año.

"Hablamos con él a las nueve y media de la noche, antes de irse a una cena", y lo que parecía una cosa totalmente normal se ha convertido en una pesadilla para la familia, porque desde entonces no se sabe nada de él.

Hace un mes ya y nadie ha sabido dar ni una sola pista del joven y tan solo un policía local asegura haberse encontrado con él en la mañana de Año Nuevo por Zaragoza, pero desde entonces no hay nada.

También se están analizando unos restos de sangre que se encontraron por entonces en un descampado y que se han cotejado con el ADN de la familia de Víctor, pero de momento no han trascendido los resultados, afirma a EFE otro familiar, Selma da Silva.

El equipo de homicidios de la Policía Nacional mantiene la investigación abierta, aunque la presencia de agentes es menos visible que al principio, según informan a EFE fuentes del caso.

Al joven se le ha buscado por Zaragoza y aledaños con perros de la Unidad de Rescate Canina; con un helicóptero de la Unidad de Homicidios; los bomberos también han estado rastreando el Ebro y Gallego, pero nada.

Incluso se ha utilizado un "dron", un aparato aéreo no tripulado, que cedió una empresa y que se ha usado por primera vez para localizar a personas, pero tampoco ha dado con el chico.

Sus compañeros de la universidad también hicieron una quedada a través de facebook y peinaron la zona, especialmente en las inmediaciones de donde vivía, en Vadorrey, cerca del Ebro.

Su familia tampoco cesa de buscarle y, además de ofrecer los 10.000 euros, ha convocado una concentración para el próximo día 8 de febrero en la Plaza de España de Zaragoza a las seis de la tarde, para recordar que el chico sigue sin aparecer.

Mientras, el grupo de homicidios de la Jefatura Superior de la Policía de Aragón, que también se ocupa de los desaparecidos, "sigue trabajando", no ya con dispositivos tan vistosos, como perros o helicópteros, como al principio, pero continúan las investigaciones, aseguran.

De momento no se descarta absolutamente ninguna hipótesis, si bien, según fuentes de la Policía Nacional, se contempla como causa más probable que haya sufrido un accidente.