Crimen de Asunta
Dosis calculadas para «adormilar» a Asunta
La muerte de la pequeña Asunta es un gran puzle que se va ensamblando con pruebas e hipótesis lógicas. El juez Antonio Vázquez Taín, encargado de la instrucción, cree acreditado que la pequeña comió en casa de su padre, Alfonso Basterra, y que también compartió mantel con su madre, Rosario Porto. Se supone, y digo se supone, que durante la comida, Asunta ingirió una primera dosis de Lorazepan. Pequeña, no muy elevada. Un par de pastillas de Orfidal dejan KO a un adulto en cuestión de un hora, porque el medicamento es de acción rápida. Es decir, que en unos 50 minutos pasa a la sangre y desarrolla todo su efecto. Asunta Basterra come sobre las 15:00 horas. Al acabar se va a casa de la madre caminando con ella. Allí permanece hasta después de las 18:18, cuando Rosario aparca el coche en doble fila delante de la puerta y se baja. Una cámara de seguridad registra este momento. Transcurren unos minutos, pocos. Tiempo suficiente para subir y bajar desde un tercer piso con la pequeña.
Piezas del puzle
La cámara graba sólo la parte delantera del coche. Se ve subirse a la madre, no a la niña. El juez Vázquez Taín está convencido de que la menor bajó andando, quizá adormilada, pero por su propio pie. ¿Qué le lleva a esta convicción? Sencillo. Se hubieran necesitado dos personas para trasladar un cuerpo inerte. Estamos hablando del centro de Santiago, a una hora en la que hay gente en la calle. Después del enorme impacto mediático del caso, alguien habría visto y denunciado este extraño comportamiento. Además, las imágenes posteriores de las cámaras de seguridad sólo detectan a dos personas en el coche. La figura que hay en el lugar del copiloto es Asunta. Así lo reconoció Rosario Porto en su declaración.
En la sangre de la niña había 0,68 microgramos por mililitro de Orfidal, equivalente a unas 68 pastillas de 1 mg. Si hubiera tomado todo ese volumen de medicamento en la comida, a la hora que sale de casa habría estado completamente dormida. La hipótesis que se maneja en función de estos datos es que la menor recibió varias dosis de Lorazepan a lo largo de la tarde y que no fue una sola. El juez instructor sospecha que alguna pudo ingerir en casa de Rosario, antes de salir. De hecho, la imputada reconoció en su declaración judicial que la niña le indicó que se encontraba mal antes de bajar al coche. Precisamente del vehículo los investigadores han recogido alguna botella de agua en la que quedaba algo de líquido. Todavía no han llegado los resultados, pero los servicios de criminalística de la Guardia Civil están analizando todo. Si encontrasen restos del medicamento, quedaría demostrado científicamente que hubo más de una ingesta. También en la finca de los abuelos se han mirado vasos y botellas. El cuerpo de la menor tenía una gran cantidad de líquido. La gran sospecha es que Asunta tomó la mayor dosis de Lorazepan en la finca. Allí llegaron a las 18.33. Este dato está avalado por la desconexión de la alarma, que quedó registrada.
Si la hora de la muerte ha quedado establecida entre las 19:00 y las 20:00 horas, da tiempo a que la niña, según llega a Teo, beba el Lorazepan disuelto en el agua y que una hora después le haga efecto. Aún así, en Santiago se esperan con ansiedad los resultados de los laboratorios de la Guardia Civil. También, el informe de la autopsia definitivo. Taín no tiene todavía un papel firmado que diga si la menor murió por la acción de las pastillas o por sofocación.
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