El debate de la Lomce
Andalucía no financiará ningún libro que desarrolle la Lomce
La Junta andaluza no ha dejado registrar libros que desarrollan las nuevas asignaturas para no subvencionarlos
Los niños andaluces no dispondrán este curso escolar de libros adaptados a la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Seguirán estudiando los que desarrollaba la antigua LOE, aunque la nueva ley entra en vigor en los cursos impares de Primaria (1º, 3º y 5º) y en FP Básica.
Andalucía es una de las comunidades autónomas en la que los libros de texto son gratis para los alumnos durante la escolarización obligatoria en los centros sostenidos con fondos públicos. La gratuidad está garantizada en el artículo 21.5 de su Estatuto de Autonomía. Para ello, la Junta de Andalucía dispone de un registro de libros que financia al cien por cien y son los colegios los que deben elegir qué manuales quieren para sus alumnos de entre el listado que se ofrece. Pero este año no ha dejado registrar ninguno de los libros que desarrollan las nuevas asignaturas. No habrá libro de Ciencias Naturales ni Ciencias Sociales. Tampoco de Valores Éticos, la asignatura alternativa a la Religión. Es más, tampoco ha dejado registrar el nuevo libro de esta materia, que sí manejan ya otras comunidades autónomas.
La iniciativa forma parte de la ofensiva «anti-Lomce» que viene abanderando Andalucía, junto a otras comunidades autónomas que no están gobernadas por el PP. Hace tan solo unos días el Tribunal Supremo evitó, a través de un auto, suspender la aplicación de la Lomce este curso académico, tal y como había pedido la Junta de Andalucía, pero su presidente, Susana Díaz, ya adelantó que tratará de «minimizar» sus efectos. Su intentona generará situaciones extrañas para los estudiantes andaluces, ya que la comunidad ha anunciado que mantendrá la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía a la vez que Valores Éticos, de nueva implantación, dos materias que se solapan.
Mientras, la gratuidad de los libros de texto se lleva a rajatabla. Tanto, que los profesores no pueden pedir a los padres que compren material complementario o libros de lectura más allá del manual que desarrolla la asignatura exclusivamente.
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía viene marcando esta pauta desde hace tiempo. En las instrucciones que dio a los centros la Dirección General de Participación e Innovación Educativa sobre el programa de Gratuidad de los libros de texto para el curso escolar 2012/1013 ya exigía expresamente que, al renovarse los libros de texto, «los centros seleccionarán aquellos libros que no requieran material complementario asociado y en ningún caso podrá cargarse gasto alguno a las familias por la adquisición de los citados materiales complementarios ni exigirles ningún tipo de material ni carga económica alguna para la adquisición de materiales que se deriven del desarrollo curricular de los textos». Sólo unas líneas más abajo volvía a recalcar expresamente que «se pondrá especial cuidado» en lo mencionado anteriormente con el argumento de que «el libro de texto es el material curricular que desarrolla de forma completa el currículo establecido».
En las instrucciones que marcó para el curso académico pasado también se señalaba que «se seleccionarán libros del registro que no requieran material complementario». La inspección se encarga de vigilar que se cumplan las instrucciones de la Consejería de Educación, como queda recogido en un informe elaborado por un inspector a un colegio de Sevilla en el que, después de analizar los horarios del profesorado, sus titulaciones y de comprobar que se ajustaban a la normativa vigente, en cambio ponía objeciones al análisis del programa de gratuidad de libros de texto. Según consta en el informe, con fecha de 31 de marzo de 2014, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, el centro había pedido material complementario a los alumnos (al margen de los libros para cada asignatura)de Matemáticas, Música, Inglés y Conocimiento del Medio.
En su informe, el inspector da diez días de margen al centro para que tome medidas, ya que le alertaba de que el hecho de que pida material complementario a los alumnos «supone un incumplimiento de las insrucciones de junio de 2013 de la Dirección General de Participación y Equidad sobre el programa de gratuidad de los libros de texto». El inspector subraya que «no es procedente la petición a las familias, ni siquiera a título voluntario, de material bibliográfico adicional, como cuadernillos y libros de lectura».
El centro escolar tuvo que informar por escrito de las actuaciones que había emprendido en este sentido, como le exigía el inspector.
El motivo que argumenta la Junta de Andalucía para obligar a los profesores a que no pidan libros de lectura a sus alumnos es «evitar la discriminación socio-económica entre las familias andaluzas».
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