Familia
«El ama de casa nunca ha estado reconocida»
En la mayoría de los casos y, casi que sin excepción, a las mujeres les toca dedicarse, en algún momento de su vida, a las tareas de la casa y al cuidado de los hijos. En España, nueve millones se hallan en esta situación, según los últimos datos de la EPA. Con 72 años, Manuela o «Loli» (como en realidad todo el mundo la llama) ya no cuenta en la estadística de la Encuesta de Población Activa, pero todavía no se ha jubilado de la profesión que ha venido desempeñando durante toda su vida: la de ama de casa.
Crió con esfuerzo a sus tres hijos «ejemplares» –ahora con edades entre los 42 y los 51– y «he disfrutado mucho de ellos, pero la verdad es que siempre he sido muy “esclava” porque me gustaba que, tanto mi marido como mis hijos fueran impecables, como marqueses», dice orgullosa.
Loli admira a las mujeres que desempeñan una profesión y la compatibilizan con el cuidado de su hogar porque «el trabajo del ama de casa no ha estado reconocido nunca, aunque no tengamos descanso».
No trabajó cuando criaba a sus hijos porque «no he tenido necesidad. Vivíamos muy bien. Mi marido tenía un almacén de fornitura y herramientas de relojería y, aunque tenía una mujer que me ayudaba en casa, he planchado muchísimo, tanto, que ahora mi brazo se resiente». Sin embargo, es partidaria de que la mujer salga de casa y trabaje «no sólo para compartir los gastos que supone mantener una casa y que no recaiga sólo en uno de los miembros de la pareja, sino también porque creo que los maridos valoran más a las mujeres que desempeñan una profesión. Y eso que están mal pagadas».
Loli relata que, a veces, cuando una mujer está en casa, «le da vueltas a la cabeza, te da por pensar en todo y, a veces, estás demasiado encima de los hijos... Eso no ocurre cuando estás muy ocupada trabajando fuera». A sus 72 años ya ha aflojado el ritmo y, «aunque tengo una casa muy moderna, muy recogida y limpia, hay rincones a los que me cuesta llegar y ya no limpio el polvo con tanta frecuencia. Perdí a mi marido hace nueve años y mi vida ahora como ama de casa es monótona: sólo salgo para ir a la peluquería y a la compra». Pero ya falta poco para la primavera y Loli tiene un amplio patio donde pasa mucho tiempo. «Mis yernos me traen plantas de temporada y en mayo tengo el patio que es una preciosidad».
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