Violencia de género
El año negro de la violencia de género
2015 concluye con 55 víctimas por violencia de género, una más que el año anterior y la cifra más alta desde 2011, a las que se podrían sumar tres más, todavía en investigación
La violencia de género, a pesar de todos los logros alcanzados, sigue siendo en muchos casos un problema que se dirime exclusivamente en el ámbito de la intimidad, lejos de presentarse como un problema social. Así fue, al menos, en el último caso, conocido ayer, en Pontevedra. Los vecinos de la pareja no sabían nada. De hecho, el día del crimen la noche cayó con la normalidad de siempre. Entonces, nadie podía imaginar la noticia que les esperaba al día siguiente. Florencio A. C. había asesinado supuestamente a su mujer, M. R. B., de un golpe en la cabeza en su misma calle, en en la parroquia de Tameiga, en la vivienda unifamiliar donde vivía la pareja. Los conocían. «Nunca esperas que suceda algo así», explica la regente de una ferretería, que añade que nunca habían visto nada que les pudiese hacer sospechar de un caso de maltrato. Sin embargo, sí había antecedentes.
Lo cierto es que, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Galicia, la fallecida, de 69 años, había denunciado a su marido en la segunda mitad de 2014 por violencia física y psíquica habitual, aunque posteriormente la retiró. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) consultadas por LA RAZÓN, la mujer presentó una primera denuncia por malos tratos psicológicos que luego ampliaría, incluyendo también daños físicos. Con estos datos, la jueza encargada del caso tomó declaraciones a los testigos y tras su valoración decidió que las diligencias se transformasen en un juicio de faltas, momento en el que la víctima decidió retirar la denuncia.
Florencio, el principal sospechoso, que fue detenido ayer por la Guardia Civil, sigue negando que sea el responsable de la muerte de su mujer. De hecho, fue él mismo el que se presentó ante la Guardia Civil para comunicar que se había encontrada a su compañera muerta en el suelo de la cocina al llegar a su vivienda, un testimonio al que por el momento no se le confiere credibilidad alguna. El acusado pasó gran parte del día de ayer en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra hasta que a media tarde pasó a disposición judicial. Según confirmaron fuentes de la Guardia Civil a LA RAZÓN, durante la espera, el hombre tuvo que ser trasladado a un centro médico para recibir atención, pues tiene algunos problemas de salud y necesitaba medicación.
Ante esta noticia trágica, tanto la Xunta de Galicia como los grupos políticos de oposición mostraron su más enérgica condena y la voluntad de acabar con este problema. En concreto, el Ejecutivo presidido por Alberto Núñez Feijoó pidió a la población que muestre «inconformismo para rebelarse contra esta repudiable lacra, considerada como un problema público y social de primera magnitud».
Aunque la Guarcia Civil continúa investigando las causas del fallecimiento y a falta de la autopsia, todo indica a que se trata de una muerte violenta, un crimen de género. De hecho, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad lo incluyó ayer mismo en las estadísticas de víctimas de violencia de género, que asciende ya a 55, una más que en todo el año pasado, a la espera de conocer la resolución de los tres casos que todavía se encuentran en investigación.
Con estos datos, son ya tres los años en los que el número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas se mantiene o asciende –2013 (54), 2014 (54) y 2015 (55)–, después de que 2012 registrara la cifra más baja desde que se hace un seguimiento estadístico. Lo relevante de la cifra de este año que termina, además de ser la más alta de los últimos cuatro, es que la mayor parte de los crímenes, casi la mitad, 26 de 55, se produjeron en el último trimestre del año. De hecho, la estadística de víctimas a 26 de septiembre era la más baja desde 2005, algo que parecía indicar que el año completo seguiría la misma línea. No se cumplió. Por eso no es definitivo que el 31 de diciembre de los últimos diez años sólo se haya producido un caso en el año 2011.
De las 55 mujeres asesinadas en este 2015, en sólo 13 casos (23,6%) se había presentado denuncia, ya sea por parte de la propia mujer (9) o por otros (4). Según explica la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blánca Hernández, no hay un único factor que explicque por qué si hay denuncia se consuma el crimen. Así lo evidencian sus estudios. «En algunos casos, la denuncia había fracasado porque la mujer se había retirado. En otros, se había quebrantado la medida, había fallado la coordinación entre administraciones o se habían dictado sentencias absolutorias, archivos o denegaciones de proteccción», explica en una entrevista con Europa Press.
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