Aragón

El Levante, un polvorín a falta de una «chispa»

El fuego arrasa 812,52 hectáreas en Tivissa (Tarragona). En el tercer gran incendio del año no se llamó a la UME

Casi un centenar de medios desplazados a Tivissa, en Tarragona
Casi un centenar de medios desplazados a Tivissa, en Tarragonalarazon

Este verano va a ser complicado en lo que a incendios se refiere. La falta de lluvias en el Levante y las temperaturas en ascenso pronostican unos meses de elevado riesgo de incendio. El de Tivissa, en Tarragona, fue la antesala de lo que nos podría esperar este verano si las peores previsiones se cumplen. Allí, la complicada orografía y el viento cambiante hacían improbable, por no decir imposible, que el fuego que arrancó el pasado domingo pudiera ser ayer controlado. Así lo aseguraban desde Bomberos de la Generalitat horas antes de que fuera estabilizado tras la llegada de unas ansiadas lluvias. El último dato oficial es que el fuego ha quemado 812,52 hectáreas, lo que lo convierten en el primer gran incendio forestal (más de 500 hectáreas) de Cataluña de este año y el tercero a nivel nacional, según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura. Sin embargo, a pesar de ello, la Generalitat no llamó al UME (Unidad Militar de Emergencia), según confirmaron desde la citada unidad. Ahora bien, había medios trabajando en la zona. En concreto, «13 medios aéreos de la Generalitat, 4 medios del Ministerio de Agricultura, 50 camiones y 30 vehículos ligeros y de coordinación», según los datos facilitados desde Bomberos de la Generalitat. De ahí que desde Agricultura se quisiera quitar hierro al asunto, ya que, aunque todos los medios son importantes, los que están en primera línea «son los nuestros». En cualquier caso, la lluvia jugó a su favor. Y es precisamente la lluvia o, mejor dicho, su escasez desde otoño la que ha convertido el arco mediterráneo en un polvorín a falta de una «chispa». «La vegetación está muy seca por la falta de lluvias en el Levante, por lo que el riesgo de incendios es más elevado que otros años», afirmó ayer a este periódico Antonio Maestre, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), tras la presentación del avance del verano. Opinión que comparte,Miguel Ángel Duralde, presidente de Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo): «Va a ser un verano complicado», porque en esta sequedad de la vegetación influyen también las cálidas temperaturas registradas en primavera.

De hecho, en el caso de «Valencia y Murcia se ha adelantado el riesgo de incendios que en general suele darse en la segunda mitad de junio. En la actualidad, el combustible está, sólo falta la chispa para que arda», explica Maestre. Una chispa en la que la mano del hombre suele estar en el 92-95% de todos los incendios, pero en cuya propagación juega un papel esencial el viento. Y es que si éste en esta zona es de componente oeste es el que más daños puede producir, ya que hace que la humedad relativa baje, según los datos facilitados en su día por Maestre. Además, en el caso de esta región, el riesgo de incendio por la sequía meteorológica, que mantiene el monte seco, está además agravada por el desaprovechamiento de las zonas forestales y, en muchos casos, por su falta de mantenimiento, según diversas fuentes.

Con prevención, pero sin medidas hechas

«Valencia y Murcia son las zona más afectadas por la falta de lluvias, pero a ellas hay que sumar el sureste de Castilla-La Mancha, sur de Aragón y Almería y Granada, donde la vegetación está seca», precisó Maestre. Además, este riesgo de incendios por combustible listo para arder se ha ampliado a las dos mesetas. Pero si en lo que queda de junio llueve, el riesgo de incendios podría retrasarse. «Unas lluvias, las mismas, junto al granizo», que han ayudado a estabilizar el incendio de Tivissa, según afirma Nuria Nadal, técnica redactora de planes de prevención de incendios. Nadal explica que en la zona hay un plan de prevención, si bien en el área quemada no no se habían hecho labores de prevención, pero sí cerca. De hecho, la pista forestal en buen estado que hay a 500 metros del incendio fue usada como vía de penetración por los bomberos. Siempre se puede hacer más, pero se ha invertido bastante en la zona».

Opinión que no comparte Duralde. «En general, se está haciendo lo mínimo porque los recursos para prevención son más bajos que hace cuatro o cinco años». Otra cosa es que las administraciones quieran camuflar estos daños», añade. «En 2011, 2012 y 2013 el Ministerio de Agricultura apenas destinó una media de 10 millones de euros en prevención de incendios, frente a 63 millones de euros en los dispositivos de extinción. Es tan importante apagar pronto los incendios como evitar que el fuego se produzca, por lo que debemos poner las labores de prevención y sus inversiones en un primer plano», precisa Lourdes Hernández, responsable de Incendios de WWF.

Ahora bien, en estas fechas es clave su extinción. Y previsiblemente el viernes Agricultura llevará a Consejo de Ministros su plan de incendios.