Almería

El «pescaíto» que tuvo en vilo a toda España

Gabriel Cruz era un niño especial, su pasión era el mundo del océano y quería ser biólogo marino

Cientos de personas protestan frente a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería donde estava detenida la presunta asesina.
Cientos de personas protestan frente a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería donde estava detenida la presunta asesina.larazon

Gabriel Cruz era un niño especial, su pasión era el mundo del océano y quería ser biólogo marino.

«A él le encantaba la mar desde que era pequeño». Al pequeño Gabriel le entusiasmaba todo lo relacionado con los peces desde que, prácticamente, comenzó a hablar. Con sólo 8 añitos se sabía el nombre de cientos de especies de vertebrados acuáticos. Es por ello que sus padres y amigos le apodaban, tiernamente, «pescaíto». Y que, durante los últimos días, miles de carteles y dibujos con pececillos de colores han cubierto coches, postes y muros, tanto físicos como virtuales.

Esta oleada de solidaridad, que nació de los compañeros de colegio de Gabriel, se convirtió muy pronto en tendencia a nivel nacional en Twitter, con el hashtag #TodosSomosGabriel. El gesto que se propuso fue que cada persona dibujara un pez junto a una frase de aliento o una petición de liberación y lo colgara donde otros pudieran verlo. «Que España se llene de cristales pecera», pedía su madre, Patricia Ramírez, a través de Facebook. Y el amor bañó toda la Península y parte del extranjero. Sólo en Almería, más de 4.000 personas se congregaron para buscarlo.

Este alentador movimiento arrancó con la concentración de apoyo para los padres de Gabriel, que tuvo lugar el pasado viernes 9 de marzo en la capital almeriense. Una cita secundada por miles de «peces» que ampararon a Patricia y a Ángel Cruz, el padre, al grito de «todos somos Gabriel» y que, pese a estar convocada para las doce en la Puerta de Purchena, desde hacía media hora estaba abarrotada.

Patricia apareció con la bufanda azul –el color favorito del pequeño, por ser el del océano– de su hijo. Hundida, relató cómo Gabriel había desaparecido poco después de aprenderse «Los girasoles» de Rozalén, una oda a «las mujeres y hombres buenos / a los valientes / que llevan por bandera la verdad / a quienes son capaces de sentirse en la piel de los demás / los que no participan de las injusticias / los que no miran a otro lao'».

La estrofa pertenece a una de las canciones preferidas del pequeño, a quien le encantaba la música. «Mi hijo decía que esta canción parecía estar hecha para él. Son canciones llenas de mensajes de vida y esperanza que apelan a lo mejor que tienen las personas y es que “Gabri”, ante todo, era un niño muy sensible y solidario que no podía ver ni una pena».

Patricia habló como una madre que admira a su hijo, y destacó que, a pesar de su tierna edad, tenía una increíble habilidad para aprenderse las canciones.

A raíz de la multitudinaria concentración, se convocaron más movilizaciones ciudadanas en varios puntos del territorio español. En Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), por ejemplo, se celebró ayer mismo un acto de apoyo a la campaña «Todos somos Gabriel».

No sólo era sensible a la melodía. Gabriel era un apasionado del mar y quería ser biólogo marino u oceanógrafo. «Tiene que volver porque va a hacer cosas importantes», decía su madre, con la voz quebrada por la esperanza. «Tenía, tiene una curiosidad inmensa» y una «gran sensibilidad», añadía confundiendo a veces los tiempos verbales, y corrigiéndose para usar un presente, ahora, y por desgracia, imposible.

Patricia también alabó la «obediencia» y el buen comportamiento de su hijo, un chico «muy inteligente» que jamás se habría despistado y alejado él solo. Él era como un pequeño y juguetón pez de colores, era como Dory o como Nemo, una de sus películas favoritas. Y como sus protagonistas, esta familia también ha perdido a su «pescaíto». El único consuelo posible es el mismo que reza el último dibujo subido a la red de microbbloging: «Si la vida te derrota, ¿qué hay que hacer? Sigue nadando».