Elda: Un crimen por venganza

El padre del niño asesinado «estuvo escondido para evitar el acoso de su ex pareja».

Tres días después del fallecimiento de Dominique, el niño de 8 años muerto después de ser abordado por dos individuos encapuchados, la localidad alicantina de Elda sigue sobrecogida por este misterioso caso. Dominique nació en esta ciudad en el seno de una familia desestructurada. El niño sufría una leve discapacidad, que no le impedía llevar una vida absolutamente normal. Quienes lo conocían, lo definen como un niño activo, amante de la práctica deportiva, inculcada por su padre de acogida Daniel F.P. Su padre no biológico lo acogió de manera permanente hace cuatro años junto con su anterior pareja, Penélope. Pero años después, la relación se rompió y el pequeño pasó a disfrutar de sus padres de acogida en régimen de visitas como cualquier hijo de padre separado. «Pasaba muchas horas con su padre, porque era él quien le entrenaba», señala Javier Gil, secretario del Elche Industrial CF, un equipo amateur de la zona. Dani, natural de la vecina localidad valenciana de Gandía, y monitor de Atletismo, entrena al equipo de paratriatlón de Elda, formado por menores con alguna discapacidad, en el que participaba su hijo. Unos compañeros de la víctima a los que el Ayuntamiento ha puesto a disposición ayuda psicológica para afrontar el tremendo suceso.

Personas cercanas al padre no biológico lo definen como una «excelente persona» siempre dispuesto a ayudar y con mucha sensibilidad. Sin embargo, según narra una vecina, su separación no ha sido un camino de rosas. «Ella le hacía la vida imposible», relata su casera que opta por permanecer en el anonimato. Según ella, le alquiló la casa durante dos semanas «para esconderse y evitar el acoso de su anterior pareja». No obstante, lo oscuro del caso y el secreto del sumario ha disparado la rumorología en la ciudad. Otros señalan que, Alejandra, su pareja actual, tampoco lo ha tenido fácil tras la ruptura con su anterior relación. En cualquier caso, la policía judicial y el grupo de homicidios ha centrado la investigación en el núcleo más íntimo de la víctima: familia, amigos y ex parejas. Los vecinos revelan que en los últimos meses la pareja recibió notas intimidatorias. Este extremo no ha sido confirmado por la Comisaría de Alicante. El pasado miércoles, Dani recibió la peor de las noticias cuando se encontraba entrenando a en las pistas de atletismo de la ciudad. Al filo de las nueve de la noche, unos delincuentes, que portaban cascos de motos, sorprendieron a su pequeño y a su actual pareja en el rellano de su vivienda, en una céntrico edificio de tan solo tres plantas. Los introdujeron en el interior y, a partir de aquí, todo es una incógnita. Una vecina escuchó un grito y al observar la puerta entreabierta se asomó y vio la horrible escena. La mujer, de cuatro meses de gestación, se encontraba maniatada y el niño, en parada cardiorrespiratoria. Según confirma la Policía, los sanitarios no pudieron hacer más que certificar la muerte del pequeño. Mientras, la mujer herida fue trasladada al hospital de Elda, aunque fue dada de alta horas después.