Asuntos sociales
Es clave que sea una espera informada
¿Qué conlleva para los familiares de un desaparecido retrasar el duelo?
Para poder despedirnos de un ser querido en estos contextos solemos necesitar haber perdido toda esperanza de que éste pueda estar vivo. Se produce, en estas situaciones, una dualidad emocional en la que, por un lado, se mantiene la esperanza de reencontrarnos con nuestro ser amado y, por otro, la información que obtenemos del entorno, nos indica que es probable que haya fallecido. Sin embargo, nuestro cerebro pugna por la necesidad de tener una respuesta que nos permita cerrar el tema y continuar con nuestras vidas. Dar por hecho el fallecimiento puede vivirse como estar traicionando al ser querido y pensar que puede estar vivo en algún lugar enciende la duda de si estará sufriendo, si se fue por su propia voluntad... provocando, en ocasiones, sentimientos de culpa, preocupación y malestar continuado. El hecho de no poder cerrar el proceso y que éste se mantenga abierto durante mucho tiempo, genera un desgaste emocional que puede llevar a las personas a desarrollar problemas de ansiedad o depresión crónicos.
Una vez se halla el cadáver de una persona que puede ser su ser querido, ¿por qué proceso pasan los familiares a la espera de los resultados de las pruebas del ADN?
El que haya un cuerpo sin vida que pueda ser el de su familiar despierta otra vez esas dualidades. La espera les pondrá en una situación de ansiedad muy difícil de gestionar que les hará pensar que todo el tiempo que se tarde en cotejar las pruebas de ADN es demasiado, les puede llevar a desconfiar de la profesionalidad de los técnicos, de la Policía...
¿Qué supone que este cotejo se dilate en el tiempo?
Cuanto más tiempo pasa, más probabilidad hay de que los familiares que esperan los resultados se descompensen emocionalmente por la angustia de la espera y por todas las «fantasias» que pueden llegar a tener con respecto al resultado. Es muy importante que este tiempo sea un periodo de espera informada. En el que se explique a los familiares cuál es el procedimiento que se está siguiendo y los tiempos necesarios estimados para cada paso. Así estamos mostrando que el trabajo de cotejado está saliendo adelante y, además, les ayudamos con el proceso de espera.
¿Cuál debería ser, en su opinión, el plazo temporal máximo para comparar las pruebas de ADN?
No es tan importante el número de días (que por supuesto debería ser el mínimo que la técnica nos permita) como la manera de gestionar la espera. Los familiares no van a estar conformes con una respuesta rápida si perciben que no se han tomado todas las medidas necesarias para que los resultados sean 100% fiables y tampoco si se prolonga demasiado en el tiempo sin que nadie les explique qué está pasando.
¿En qué medida sería positivo para las familias de desaparecidos que, tras hallar un cadáver, se pusiera un plazo máximo de tiempo de espera?
Supongo que poner un plazo máximo de espera, en principio parece más humano con los que están sufriendo, pero yo no lo haría sin la seguridad de que ese plazo es realista y nunca va a ser rebasado, en ninguna circunstancia.
Psicóloga experta en emergencias del centro Haztúa Psicología Positiva
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