Opinión

Estrés posvacacional

A veces surge la pregunta de si es sana la completa desconexión o si es preferible mantener un mínimo contacto con lo cotidiano

Dos turistas con una sombrilla
Dos turistas con una sombrillaAlejandro GarciaAgencia EFE

A veces me pregunto si las vacaciones prolongadas son sanas para la mente y, hasta incluso, para el cuerpo. Los períodos de descanso, en general, suponen aumento de kilos, desmotivación para el trabajo y gran esfuerzo para la incorporación al mismo. Es lo que se llama estrés posvacacional, es decir, el contraste entre el estilo de vida relajado y sin preocupaciones, y las demandas y responsabilidades del trabajo y la vida cotidiana. Durante las vacaciones, es común liberarse del agobio laboral, disfrutar de actividades recreativas y pasar tiempo con amigos y familiares. Sin embargo, al regresar a la rutina, es posible que nos enfrentemos nuevamente a plazos, presiones y tareas pendientes, lo que puede generar sentimientos abrumadores y ansiedad. A veces surge la pregunta de si es sana la completa desconexión o si es preferible mantener un mínimo contacto con lo cotidiano sin renunciar al relax ni tampoco a los excesos, que son tan sanos como los cuidados que procuramos para mantener nuestra salud a raya con un estilo de vida que viene marcado por una serie de pautas que vamos aprendiendo según los consejos de los expertos. Dedicar nuestro tiempo libre a desatar las aficiones, los hobbies, las reuniones de amigos o lo que, en definitiva, nos divierte es el objetivo precisamente de esos momentos de ocio. Lo malo es que a muchos les supone un sufrimiento la incorporación a la vida real, siendo que, a muchos otros, les impulsa a hacerlo con mayores ganas, con mejor ahínco. No existe fórmula. Me llama una amiga llena de entusiasmo contándome sus proyectos y las ideas que le han surgido a lo largo de ese tiempo de «no hacer nada». Va en formas de ser y también en predisposiciones para asumir los blancos y negros de la vida, que no puede consistir solo en horarios libres, barra libre y rock and roll. Quizá mejor un ten con ten dentro de la medida de nuestras posibilidades. «Mesura hasta en el sufrimiento», que decía el cordobés Séneca.