Hallan a una mujer herida en el cuello y el cadáver de su pareja colgado de un árbol en Valencia

Eran las 11:40 de la mañana de ayer cuando un vecino de El Saler, en Valencia, alertó a una patrulla de tráfico de la Guardia Civil del hallazgo de un hombre ahorcado de 50 años y una mujer sangrando. Se encontraba caminando por un pinar de la CV-500 cuando escuchó a la mujer pidiendo auxilio. Fuentes de la investigación explicaron a este periódico que la mujer, de 45 años, presentaba un corte en el cuello y otro en el brazo hechos con un arma blanca. Tras el aviso al Centro de Información y Coordinación de Urgencias se desplazó hasta el lugar un Soporte Vital Básico y un Servicio de Atención Médica Urgente. La mujer fue trasladada al Hospital La Fe, en Valencia, donde continuaba al cierre de esta edición ingresada. Aunque su pronóstico es reservado, fuentes consultadas por este periódico aseguraron que «se encuentra fuera de peligro».

¿Otro intento en febrero?

Aunque aún no se descarta ninguna hipótesis, para los investigadores es más plausible que se trate de un suicidio que de un caso de violencia de género, dado que ambos fueron de Valencia a El Saler con una cuerda. «Parece premeditado. De todos modos, aún no se ha tomado declaración a la mujer, ella es la clave», añadieron las mismas fuentes.

Además, la Guardia Civil no tiene constancia de denuncias previas por violencia de género entre la mujer y el hombre, que «eran o habían sido pareja». Sí consta, en cambio, «una orden de alejamiento que ella solicitó para otro hombre en 2015. Aunque ya no estaba en vigor». Se da otra circunstancia que enrarece aún más este caso. Al parecer la pareja podría haberse intentado suicidar ya el pasado febrero. «Lo que se dice es que ella en aquella ocasión se habría negado o arrepentido y podría ser que en esta ocasión él hubiera querido primero acabar con la vida de ella y después se haya ahorcado». No obstante, se trata tan sólo de un rumor que ha llegado a los agentes y que se está investigando.

La mujer nacida en febrero de 1973, Blanca P. L., es natural de Montserrat. Él, José Antonio P. C., de junio de 1967, de Catarroja. Según algunas fuentes ambos trabajaban juntos en una tienda que vendía productos de segunda mano, si bien, a nombre de él consta una compañía de vidrio.