Navarra
Inundaciones en Navarra: «El río se desbordó en un abrir y cerrar de ojos. No pudimos avisar»
Un joven de 25 años falleció al ser arrastrado por la fuerte corriente tras las lluvias torrenciales. El Gobierno Foral tramita la declaración de zona catastrófica
Un joven de 25 años falleció al ser arrastrado por la fuerte corriente tras las lluvias torrenciales. El Gobierno Foral tramita la declaración de zona catastrófica.
La presidenta del Gobierno de Navarra en funciones, Uxue Barkos, reclamó ayer a los ayuntamientos afectados por las inundaciones que aprueben peticiones para que el propio Ejecutivo foral y la Delegación del Gobierno puedan tramitar la declaración como zona catastrófica de las localidades afectadas por las lluvias torrenciales del lunes, que provocaron la muerte de un joven de 25 años. Así lo anunció ayer tras reunirse en el Ayuntamiento de Tafalla con alcaldes de la zona para valorar la situación. «Tenemos daños importantes en accesos a muchos de los pueblos de la zona. La prioridad va a estar aquí junto con la seguridad», destacó Barcos en un municipio cuyo alcalde, Jesús Arrizubieta, describió así lo vivido: «La naturaleza ha disparado el agua a cañonazos».
De momento, en las zonas afectadas trataban ayer de recuperar la normalidad y efectivos públicos y vecinos limpiaban sin descanso de barro y escombros las calles y sus propias viviendas, ya que el agua entró en garajes, viviendas y locales. Tal fue la magnitud de las inundaciones que la circulación ferroviaria entre Tafalla y Garínoain estará suspendida al menos hasta el viernes.
Con esa tromba de agua se encontró el joven fallecido cuando circulaba con su coche por la localidad de Ezprogui el lunes a última hora. Él mismo llamó a la Policía Foral para advertir de que su vehículo había sido arrastrado por la corriente. El joven, de 25 años, pudo salir del coche pero fue arrastrado por la corriente varios cientos de metros, donde fue localizado ya de madrugada por los Servicios de Emergencia. La cantidad de agua que discurría en ese momento por la zona impidió el rescate, por lo que lo único que pudieron hacer los efectivos fue asegurar el cuerpo hasta que fuese viable extraerlo con un helicóptero. Nada más conocer la noticia, el Rey Felipe VI telefoneó a Barkos para trasladarle sus condolencias e interesarse por los daños provocados por las inundaciones.
Y aunque lo peor parecía que ya había pasado, un edificio de Tafalla tuvo que ser desalojado ayer ante el inminente riesgo de derrumbe por los daños.
«Cuando ha bajado el nivel del agua nos encontramos que la carretera está llena de cascotes y trozos de muro». «Han estado trabajando los distintos cuerpos toda la noche para abrir las rutas para que hoy Tafalla recobre un poco de normalidad, pero no va a ser una situación normal porque tenemos muchísimos problemas a los que dar solución», aseguraba ayer el alcalde de la localidad.
Y es que el río Cidacos pasó a de tener por la tarde una altura de 0,11 metros a 4 metros a última hora de la noche, después de que se registraran lluvias torrenciales (se superaron en algunas zonas los 160 litros por metro cuadrado) que cuatriplicaron las previsiones meteorológicas, que predecían precipitaciones de hasta 40 litros. Según el regidor, «no tenía constancia de ningún aviso ni previsión de que pudiésemos tener unas lluvias tan torrenciales». «Nos hubiese gustado avisar a todos los vecinos de las zonas lindantes con el río, pero se desbordó en un abrir y cerrar de ojos», sentenció.
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