Sucesos

A juicio por drogar y violar a un menor en Mallorca durante cuatro años

La Fiscalía pide que el agresor sea condenado a 15 años de prisión y que indemnice a la víctima con 30.000 euros

A juicio por drogar y violar a un menor en Inca (Mallorca) durante cuatro años
A juicio por drogar y violar a un menor en Inca (Mallorca) durante cuatro añosEuropa Press

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma juzgará el próximo jueves (09.30 horas) a un hombre acusado de drogar y violar a un menor de edad de forma casi diaria durante cerca de cuatro años en Inca. La Fiscalía reclama que sea condenado a 15 años de prisión como supuesto autor de un delito de agresión sexual, que se le imponga una orden de alejamiento durante 20 años y que indemnice a la víctima con 30.000 euros.

Los hechos, según expone el fiscal en su escrito de acusación, sucedieron en Inca entre 2018, cuando el menor tenía 11 años, y 2022, cuando tenía 15. El acusado se fue acercando a él de forma progresiva para ganarse su confianza, o bien cuando él iba a su domicilio o bien cuando la madre del menor le dejaba en el suyo para que lo cuidara mientras se iba a trabajar. Dentro del periodo expuesto, el procesado convivió durante los primeros tres años con la víctima, su hermano --también menor-- y la madre de ambos, con la que tenía buena relación. Aprovechando que dormía en la misma habitación que los niños, realizó tocamientos y violó a la víctima.

Antes, expone el representante del Ministerio Público, le suministraba morfina en un vaso de leche que le obligaba a beber antes de irse a la cama, lo que le dejaba en un estado de total indefensión e impedía que se pudiera mover o pedir auxilio. Esta conducta se producía de forma casi diaria, al menos cuatro ocasiones por semana. Además, le propinaba golpes, lo amarraba con esposas o lo agarraba del cuello, llegando a amenazar con matarle a él y a su madre si no hacía lo que le indicaba. Las agresiones sucedieron tanto en el domicilio del menor como en el del acusado, donde la víctima se trasladó a vivir durante la época de la pandemia del coronavirus y antes de pasar a un centro de menores tutelados. Como consecuencia de todo ello, el menor presenta un estado de inhibición emocional, nula autoestima y pensamientos autolíticos.