Pontevedra
Condenada a cuatro años y medio de prisión por drogar a su hija y al bebé de una amiga
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a una pena total de cuatro años y medio a una joven toxicómana de Vigo, Eva R.D., por darle cocaína y heroína de forma reiterada a su hija de un año y medio así como por suministrar metadona al bebé de cinco meses de una amiga, Jessica V.B., quien ha sido condenada a un año de cárcel por lesiones por omisión.
El juicio estaba previsto que se celebrase este miércoles y jueves, pero la vista no ha llegado a celebrarse al llegar todas las partes a un acuerdo de conformidad y mostrarse las dos mujeres de acuerdo con los hechos y penas que se le piden. Tras ello, los magistrados han dictado sentencia, que ha sido declarada firme al renunciar todos los implicados a recurrir la decisión judicial.
Así, Eva R.D. ha sido condenada a tres años de prisión por delito contra la salud pública en la modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, a nueve meses de cárcel por delito de lesiones
y a un año de prisión por delito de abandono de menores. Además, ha sido inhabilitada para el ejercicio de la patria potestad durante dos años.
A Eva -que estuvo aproximadamente un año y nueve meses en prisión preventiva por estos hechos- se le ha aplicado las atenuantes de drogadicción así como de reparación del daño, al haber consignado 585 euros de indemnización de responsabilidad civil.
Por su parte, Jessica V.B. ha aceptado la pena de un año de prisión por un delito de lesiones a título de comisión por omisión, así como el pago de una indemnización de 300 euros a su hija. En su caso, el tribunal ha concedido la suspensión de la pena a condición de que abone la indemnización y que durante un plazo de dos años no vuelva a delinquir.
Con ello, sus respectivas condenas han visto rebajadas respecto a la petición inicial del Ministerio Fiscal, que solicitaba un total de 20 años de prisión y cinco años de inhabilitación para la patria potestad en el caso de Eva, y tres años de cárcel y cinco años de inhabilitación para la patria potestad para Jessica.
A la salida de los juzgados, el abogado de Eva R.D., Antonio Salceda, ha indicado a los medios de comunicación que en las últimas semanas han negociado el acuerdo alcanzado este miércoles, al entender que la petición inicial de la Fiscalía "no tenía nada que ver con la realidad". Además, ha puesto en relieve que su cliente "ha reparado el daño"al abonar íntegramente la indemnización.
A continuación, ha comunicado que en la ejecución de sentencia tratará de evitar que Eva vuelva a prisión y en cambio ingrese en un centro para su desintoxicación. "Lo que pretendo no es que no tenga que reparar el daño, lo que buscamos es solucionar la situación grave que tiene esta persona con la drogadicción"ha comentado sobre Eva, quien consume sustancias estupefacientes desde los 16 años.
En lo relativo a la custodia de la hija, que actualmente tiene la Xunta, el letrado ha explicado que Eva ha sido privada de la patria potestad durante dos años y a mayores hay un procedimiento contencioso-administrativo abierto.
"Lo que queremos es que la menor esté bien, la menor está bien, y ahora lo que tenemos que buscar es el bien para la madre, que pueda salir de estos problemas porque tiene 20 y poquitos años, lo que se busca reinsertarla", ha mantenido, antes de apuntar que pese a los hechos ocurridos ninguna de las dos menores han tenido "ninguna secuela ni problema físico".
Los hechos
Tal y como consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, hasta aproximadamente agosto de 2013, Eva vivía con su hija en el domicilio de su abuela junto a su padre y su tío, ambos también consumidores de heroína y cocaína. Allí Eva, "con bastante frecuencia y habitualidad, consumía heroína y cocaína -sola o con otras personas, incluidos su padre y su tío- en presencia de su hija".
Posteriormente, Eva se trasladó a vivir sola, con su hija, a una vivienda en la que también consumía drogas en presencia de su hija, abandonando en varias ocasiones la caja donde guardaba la droga, así como el papel de plata empleado para su consumo. Fue en octubre de 2013 cuando Jessica, tras discutir con su pareja, abandonó la vivienda que compartía con él y se trasladó junto a su bebé de cinco meses al domicilio de Eva y su hija, que en esos momentos tenía un año y cinco meses.
Unos días más tarde, Jessica fue a preparar un biberón para su hija y la dejó junto a Eva y su pequeña. Entonces, según el escrito de Fiscalía, Eva suministró a la hija de Jessica "una cantidad no determinada de metadona", produciéndole "un bajo nivel de conciencia con un cuadro de somnolencia y baja reactividad a estímulos".
A la mañana siguiente, Jessica comprobó que su hija no se despertaba, tenía un estado de somnolencia anormal, y no reaccionaba al darle un baño, por lo que se dirigió al Hospital Xeral, donde su hija quedó ingresada en la UCI pediátrica por intoxicación por metadona. El ingreso hospitalario se prolongó nueve días -dos de ellos en la UCI-.
Así, el Ministerio Público entiende que Jessica, pese a "ser conocedora de que Eva era consumidora habitual de sustancias toxicas (...) y siendo consciente de la situación de peligro en la que se vio expuesta su hija al convivir con una persona consumidora habitual de sustancias toxicas, y pudiendo evitarlo, dejó a su hija bajo los cuidados de Eva", por lo que le imputa un delito de lesiones a título de comisión por omisión.
Mientras el bebé seguía hospitalizado, el Servicio de Familia y Menores acordó asumir la guarda administrativa de la menor y suspender cautelarmente a sus progenitores la guarda y custodia sobre la menor, concediéndoles un régimen de visitas tuteladas. No obstante, letrados del caso han indicado a los medios que en la actualidad los padres conservan la patria potestad.
A raíz de lo ocurrido, se procedió también a la recogida de muestra de pelo de la hija de Eva para su estudio toxicológico, que determinó un consumo repetido de heroína y cocaína, sin que se pudiera descartar posibles consumos esporádicos de metadona.
Ante ello, el Ministerio Fiscal señala que "tales sustancias han venido siendo suministradas a la menor por su madre Eva, al menos durante un periodo de nueve meses", si bien reconoce que no hay constancia de que la menor sufra en la actualidad "secuela alguna"como consecuencia del consumo de dichas sustancias.
En noviembre de 2013, el Servicio de Familia y Menores declaró el desamparo de la menor -el padre de la niña está en prisión y con causas judiciales pendientes- y la asunción de la tutela por parte de la Administración Publica, y acordó la suspensión cautelar a Eva de la guarda y custodia sobre su hija.
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