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La joven abandonada en un Burger King cuando era un bebé se reencuentra con su madre 27 años después

Deprill con el álbum que le regalaron sus padres adoptivos y que recoge su historia a través de fotografías y recortes de periódicos
Deprill con el álbum que le regalaron sus padres adoptivos y que recoge su historia a través de fotografías y recortes de periódicoslarazon

Katheryn Deprill hizo un llamamiento en las redes sociales para intentar localizar a su madre, que la abandonó con apenas unas horas de vida en el baño de un Burger King.

Katheryn Deprill hizo un llamamiento en las redes sociales el pasado 2 de marzo para intentar localizar a su madre, que la abandonó hace 27 años, con apenas unas horas de vida, en el baño de un Burger King. La imagen fue compartida miles de veces y surtió efecto. Deprill se reunió con su madre el pasado lunes en la oficina del abogado Jim Waldron, contratado por la madre biológica para propiciar el encuentro. "Se abrazaron enseguida. "Fue emotivo, dramático", dijo Waldron a CNN. El abogado explicó que la madre biológica de Deprill había sido violada cuando estaba de viaje en otro país y quedó embarazada. Ocultó su embarazo a sus padres, pero sabía que no podía encargarse de su hija. "Dejó el bebé en un lugar donde lo pudieran encontrar y cuidar", agregó. "Besó al bebé en la frente... y se fue". Por su parte, Deprill dijo que su madre "estaba tremendamente disgustada por haberme dejado y que no era lo que quería, pero pensó que no había otra manera. Tenía solo 17 años". "Me dejó en un lugar en el que sabía que me encontrarían", añadió. En el encuentro también estuvieron presentes la madre adoptiva de Deprill y el esposo de su madre biológica.

En el llamamiento que ha hecho posible el encuentro, Deprill dejaba claro que no tenía nada que reprocharle y sólo quería darle las gracias por haberle dado la oportunidad de vivir. Ahora, a sus 27 años, felizmente casada y madre de tres hijos, lo único que quería era saber de dónde venía y qué razones llevaron a su madre a abandonarla. Deprill se crió con unos padres adoptivos, que fueron recogiendo cada instante de su vida en fotografías y recortes de periódicos, que recopilaron en un álbum que le entregaron cuando cumplió los 12 años.