Pobreza

«La sociedad debería cambiar su forma de pensar sobre las empleadas del hogar»

Mensajeros de la Paz lanza la campaña «La persona dignifica al trabajo» para reivindicar los derechos de un colectivo minusvalorado

Los actores del anuncio, durante el rodaje
Los actores del anuncio, durante el rodajelarazon

Las funciones de las empleadas del hogar comprenden muchas más competencias que las que convencionalmente les son reconocidas. No son las labores domésticas los desempeños más valiosos para la sociedad, sino que todo el trabajo relativo a los cuidados de pequeños y mayores constituye una pieza clave en el mantenimiento del bienestar de los demás. Bajo esta premisa, la ONG Mensajeros de la Paz ha lanzado la campaña «La persona dignifica al trabajo» como un empujón para que las empleadas del hogar ganen visibilidad y pasen a conformar un colectivo de pleno derecho dentro del mercado laboral.

En España, donde se calcula que los empleados del hogar alcanzan los 700.000 -de los cuales el 99% son mujeres-, únicamente un 60% de los casos están dados de alta en la Seguridad Social. Es por ello que sus responsabilidades y su papel adquieren otra dimensión en cuanto se circunscriben no sólo al mercado laboral sino también al resto de la población.

El pilar central de la campaña es un anuncio que ha sido presentado por el fundador de la asociación, el padre Ángel García, en la Casa Encendida con el respaldo de la Fundación Montemadrid y de Bankia. El padre Ángel ha criticado la ausencia de las trabajadoras del hogar dentro de los discursos políticos que se enmarcan en la presente campaña electoral de tal manera que dicha discriminación supone un fuerte obstáculo para la inserción laboral del colectivo. Asimismo, Rubén Fernández, director de la campaña, ha recalcado que el propósito que persiguen con el spot es «otorgar a las empleadas del hogar el reconocimiento que se merecen» ya que desde la sociedad se debería cambiar la «forma de pensar» y tener «una nueva mirada sobre estas profesionales».

La iniciativa, encuadrada dentro del proyecto Formación en Acción de Mensajeros de la Paz ha contado con la participación de una media de 2.000 personas al año, de las que una de cada tres ha conseguido un empleo gracias al aprendizaje de habilidades y conocimientos para ejercer con mayor eficacia su trabajo. Es el caso de Marys, una empleada del hogar dominicana que desde hace 21 años se dedica al trabajo doméstico pero que, después de haber formado parte del proyecto, su labor «ha llenado» su vida mientras que en su país de origen «ni se reconoce ni se valora».«Mi trabajo aquí me ha hecho desear que ojalá mis padres fueran cuidados como yo cuido a los mayores aquí», ha reconocido.