Reforma de la Ley del Aborto

«Las personas con Down siempre pierden con el aborto»

Pablo Pineda
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Entrevista con Pablo Pineda, primer licenciado con Síndrome de Down

Dice que «se ha cortado la coleta». Pero sólo en lo que respecta al mundo del cine. Y eso que pocos pueden presumir de haber ganado una Concha de Plata en el Festival de San Sebastián. Sin embargo, la lucha de Pablo Pineda (Málaga, 1974), primer licenciado europeo con síndrome de Down, es otra. Hace años que conciencia a la sociedad sobre las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad. Y el aborto parece una de las más insalvables.

- La deformidad o discapacidad del feto como motivo para abortar. ¿Cómo se posiciona?

- Es un tema muy delicado. Yo tengo mi propia idea. Pero no quiero sentar cátedra. Ni soy médico ni soy científico. Ni quiero juzgar la situación de cada mujer. Yo voy más sobre la conciencia de la mujer. Sin consejos, ni moralinas ni juicios. Cuando yo nací, la prueba de la amniocentesis no existía. No se podía elegir. Mi madre no se la hizo. Y esas pruebas preventivas... no sé hasta qué punto es bueno saber de antemano cómo va a ser ese niño. A la madre se le presenta un dilema: «¿Lo quiere o no lo quiere?». Como si estuviera en un restaurante. No me creo que una madre quiera abortar porque ella quiere. Pueden ocurrirle miles de circustancias. ¿Qué le puede pasar por la mente? Lo único que le diría a una madre que tenga que elegir, tanto si su hijo tiene síndrome de Down como si no, es que piense no sólo en el presente, sino también en el futuro: la cantidad de experiencias que puede tener con ese hijo, la cantidad de sensaciones. Si va a valer la pena.

- A esa misma duda y elección se enfrentó su madre.

- Si mi madre no hubiera elegido que yo hubiera nacido, ¿hubiera ocurrido todo lo que ha ocurrido? ¿Mi madre me habría visto hacer una película, escolarizarme en un colegio, en un instituto, en una universidad, diplomarme en Magisterio, escribir un libro...? Cada una de estas experiencias ha sido alucinante. Mis padres ?aunque mi padre no está ya entre nosotros? han vivido una cantidad increíble de experiencias. Que la madre piense en la cantidad de cosas que puede vivir después y que pueden desaparecer de un plumazo si ese hijo no nace. Siempre se lo digo a las madres.

- ¿Se politiza en exceso?

- Esa es la clave. Más que cuestiones morales, religiosas, el aborto es un problema humano, no político. Aquí lo politizamos todo. No podemos teñirlo todo de política. Hablamos de la necesidad de ser madre, de tener un hijo, de criarlo, de educarlo. Yo tampoco quiero hacer una causa, ni señalarme demasiado. Hay demasiada politización, de una dirección y de otra. Yo tiro por el centro. Y creo que lo estoy logrando. Trato de defender a los más débiles: el hijo y la madre.

- El colectivo de personas con síndrome de Down, ¿es especialmente vulnerable en el aborto?

- En todas las leyes del aborto, no sólo en la actual. Si miramos todas las leyes de todos los Gobiernos, en todos está el supuesto de la malformación. Las personas con síndrome de Down siempre pierden con el aborto. No sólo es cosa del Gobierno socialista. Siempre ha existido ese supuesto. Y siempre tenemos las de perder. La malformación congénita siempre ha sido un supuesto, desde 1985 hasta 2013; son muchos años, muchos gobiernos, y ninguno lo ha cambiado.

LE DIRÍA A GALLARDÓN...

«Si me encontrara al señor Gallardón de frente, como voz que soy de las personas con síndrome de Down, le diría que es un colectivo grande, y que tenga en cuenta que el supuesto de la malformación no sólo afecta al síndrome de Down, sino también engloba a malformaciones físicas, psíquicas y sensoriales. Le diría que si quita ese supuesto, sería una noticia estupenda para todos. Hablamos también de personas autistas, con parálisis cerebral, ciegas, sordas... Son miles de personas. Es un colectivo tan sumamente amplio que hay que tenerlo en cuenta. Hacer listas, tablas y demás... es casi imposible. Al final, ¡todos tenemos una discapacidad! ¡No quedaríamos ni uno! Y así, hasta el día del juicio final. El que no es celíaco, es diabético, el que no es tal es cual... Espero que se elimine el supuesto, pero creo que es difícil. La malformación siempre se ha puesto como causa».

EL PERFIL:

En «Yo, también», Pineda interpretaba a Daniel, el primer licenciado con síndrome de Down. Pero la realidad superó a la aficción. Efectivamente, Pablo, de 38 años, pasó a ser el primer titulado europeo con síndrome de Down tras obtener la Diplomatura de Magisterio. Pero, además, no le falta mucho para terminar Psicopedagogía; escribió un libro, «El reto de aprender» (Ed. San Pablo), y colabora con la Fundación Adecco para concienciar sobre las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad. En 2009 fue galardonado por LA RAZÓN con el Premio Ussía al Personaje del Año.