Sociedad
Los famosos plantan cara al hombre de las 2.000 estafas
LA RAZÓN accede a las declaraciones ante la Policía de Pedro García Aguado y David Muro. Narran cómo se aprovechó de su popularidad
LA RAZÓN accede a las declaraciones ante la Policía de Pedro García Aguado y David Muro. Narran cómo se aprovechó de su popularidad
Paco Sanz construyó su estafa sobre una verdad: sí, padece el síndrome de Cowden. A partir de ahí todo era mentira. Ni la enfermedad era terminal ni recaudaba dinero para librarse de la muerte. Todas esas falsedades formaban parte del cebo que necesitaba para expandir su historia a través de las redes sociales y que picara a la mayor cantidad de personas posibles. En algún momento se dio cuenta de que si se apoyaba en famosos amplificaría su mensaje. Ellos atesoraban muchos más seguidores de los que él jamás hubiera soñado. Dos de ellos son Pedro García Aguado y Auronplay. El presentador de Atresmedia quiere «una condena ejemplarizante para individuos como éste que se aprovechan del buen corazón de sus semejantes para enriquecerse y vivir del cuento».
El pasado viernes acudió a la Comisaría de Puente de Vallecas para presentar denuncia. LA RAZÓN ha tenido acceso a su contenido: «En 2013 se puso en contacto conmigo el ‘‘youtuber’’ Auronplay. Para celebrar que había llegado a los 300.000 seguidores me propuso grabar un vídeo. Acepté encantado. En una conversación posterior, Auron me habló de un tipo al que había conocido, un tal Paco Sanz. Me explicó que necesitaba ayuda para sufragar los gastos de un viaje a Estados Unidos donde se iba a tratar de una enfermedad rara. Me recomendó que me metiese en su página web para conocer todos los detalles y lo hice. Meses después quedamos en un parque de Barcelona los tres para que Auron grabase un vídeo sobre Paco y lo subiese a su canal. Le di bombo a través de Twitter para que así aumentaran las aportaciones económicas para su causa».
No lo cuenta en la denuncia, pero fue a finales de 2014, comienzos del 2015, cuando Paco Sanz le persiguió sin descanso para que le escribiese el epílogo de un libro en el que se contaba su vida y con el que pretendía recaudar nuevos ingresos. «Por entonces iba hasta arriba de trabajo, pero él me decía cosas como que sería un honor que un tío como tú, tan luchador y al que tanto admiro me escribiera el epílogo del libro, que le hiciera ese regalo de Reyes». Pedro, a pesar de la gran carga laboral que tenía, accedió. Paco le mandó el libro al mail y, a partir de entonces, le persiguió casi a diario exigiéndole que le mandase el texto. Como veía que el presentador tardaba sacó a relucir su inminente muerte.
García Aguado tardó unos días, pero finalmente se lo envió. Y junto al epílogo el ofrecimiento de ingresarle algo de dinero hasta que comenzaran las ventas del libro. ¿Qué respondió Paco? Lo aceptó en segundos. «Le doné 600 euros», reconoce en la denuncia. «Le hice una transferencia desde mi cuenta personal y luego mi asociación sin ánimo de lucro también le mandó otros 150 euros».
Otros famosos han seguido los pasos de Pedro y del humorista Santi Rodríguez y también han denunciado. Es el caso del actor David Muro, a cuya denuncia también ha accedido este diario: «Conocí a Paco Sanz en un programa de radio. Me estaban haciendo una entrevista y el siguiente era él. La periodista quería dar publicidad a la enfermedad que padecía. Charlamos en directo. Hablamos de los aspectos de su enfermedad, de los costes de su tratamiento y de la ayuda económica que necesitaba. Él explicó que tenía cáncer, pero no uno cualquiera, sino uno que plagaba su cuerpo de tumores malignos, dos mil. En la entrevista juró que le quedaban seis meses de vida y que sólo se salvaría si viajaba a Estados Unidos. Era allí el único lugar donde podía recibir tratamiento», explicó a los agentes. «No sólo precisaba de dinero para evitar la muerte, también para pagar el alquiler, la luz, el agua, etc. Según decía todo lo que ingresaba por las donaciones lo gastaba en viajes y tratamientos experimentales. Incluso hizo gala de que sus padres habían tenido que hipotecar su casa». El actor colaboró con él sin dudarlo. «Utilicé las redes sociales para pedir ayuda a mis seguidores. También le hice una trasferencia de 250 euros. No es sólo que me estafase, también me siento perjudicado en mi imagen debido a la gran repercusión que ha tenido el caso en los medios de comunicación».
El caso del también actor Ignacio Guerreros es igual, incluido el hecho de conocerlo a través de la radio: «Me siento muy perjudicado por la estafa de Paco Sanz. Soy un actor conocido y no deseo que se asocie mi imagen a ninguna actividad delictiva como la que presuntamente ha cometido este hombre».
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