Tribunal Supremo

Los hijos extramatrimoniales no tienen derecho a «heredar» títulos nobiliarios

El Tribunal Supremo insta al Legislativo a reformar la Ley para acabar con esta desigualdad

Raquel Muguiro no será condesa al nacer fuera del matrimonio
Raquel Muguiro no será condesa al nacer fuera del matrimoniolarazon

El Tribunal Supremo insta al Legislativo a reformar la Ley para acabar con esta desigualdad

Los hijos extramatrimoniales no tienen derecho de sucesión para la obtención de títulos nobiliarios, al menos hasta que el legislador decida equipararlos, en régimen de igualdad, con los habidos dentro del matrimonio, tal como hizo en la Ley de Igualdad de Hombre y Mujer en el orden de sucesión de esos títulos. Así lo ha establecido el Tribunal Supremo en una sentencia en la que estima recursos de casación interpuestos por los descendientes del Conde de Casa Ayala, que eran el hermano de éste y sus hijos, quedando sin título la única hija del conde, que era extramatrimonial, Raquel Muguiro Guirado, a quien, en cambio, sí se lo reconoció la Audiencia Provincial de Bajadoz.

En la sentencia de la Sala Civil del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Antonio Salas Carceller, se viene a reconocer que tal distinción supone una desigualdad, pero que la eliminación de la misma no es algo que corresponda al Poder Judicial, sino al Legislativo: «No corresponde a los tribunales de Justicia asumir una función que incumbe al legislador», y que ha ejercido «cuando ha considerado oportuno». Así ocurrió, en lo que afecta a títulos nobiliarios, cuando aprobó la citada ley de igualdad entre hombres y mujeres para fijar el orden de sucesión.

Por ello, y hasta que llegue ese momento, el Supremo aboga por establecer mediante ley un régimen transitorio, para fijar las situaciones ya consolidadas.

Junto a lo anterior, el Supremo destaca que cuando se aprobó la citada Ley de Igualdad en el orden sucesorio, el legislador «no dejaba de ser consciente de la existencia de otras situaciones de desigualdad en la sucesión de títulos nobiliarios, como es la presente y la que afecta a los hijos adoptivos». Sin embargo, añade la resolución, «no ha considerado oportuno legislar sobre ellas, estableciendo igualmente una excepción a la normal sucesión en los títulos y al estricto respeto a la voluntad del concedente, igualando a los hijos, como ya ha hecho en cuanto al sexo».

De esta forma, y tras incidir en que corresponde al Legislativo solventar esa situación de desigualdad, el Supremo llega a la conclusión de que con la legislación vigente no cabe otra opción que declarar que los hijos extramatrimoniales no tienen ese derecho de sucesión, ya que las normas que rigen en estos momentos sobre esta materia establecen «como prioritaria la voluntad del concedente, sin posibilidad de aplicar criterios de estricta constitucionalidad».

En estas línea, el Supremo destaca que, a la vista de lo anterior, no cabe sino respetar los términos de la Carta de Concesión de del Título, «pues se fundamenta en la voluntad real al concederlo y disponer cómo se ha de producir la sucesión, sin que pueda válidamente traerse a colación el carácter anacrónico del sistema establecido para la sucesión».

De esta forma, el Supremo invoca la doctrina del Tribunal Constitucional para desestimar la pretensión de quien aspiraba a convertirse en condesa de Casa Ayala: «Cuando la carta de concesión ordene la sucesión en el título nobiliario exclusivamente a favor de hijos y descendientes de legítimo matrimonio, quedan excluidos los hijos extramatrimoniales por aplicación de la doctrina del TC que estableció la inaplicación del principio constitucional de igualdad a las distinciones nobiliarias, al no existir una disposición legal que establezca a estos efectos la igualdad de todos los hijos, como por el contrario sucede con la equiparación de sexos desde la Ley» de mayo de 2006 que estableció la igualdad entre hombres y mujeres en el orden sucesorio a títulos nobiliarios.

Raquel no será condesa de Casa Ayala

Raquel Muguiro Guirado, de 23 años, reclama el título de condesa de Casa Ayala. Aunque nació de una relación extramatrimonial, desde siempre conoció a su padre; lo tuvo cerca, en las clases de hípica, aunque su profesor era otro. Hoy, esta joven extremeña estudia en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Extremadura, ha trabajado en una empresa de azafatas y eventos y es modelo para una tienda online.