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Los niños destinan 2,7 millones a otros menores

Los niños destinan 2,7 millones a otros menores
Los niños destinan 2,7 millones a otros menoreslarazon

La solidaridad no entiende de fronteras. Y en España, la crisis no es un obstáculo para ayudar al prójimo. Prueba de ello es que «los niños españoles recaudaron y enviaron, en el año 2013, aproximadamente 2,7 millones de euros a Infancia Misionera», tal y como aseguró ayer Anastasio Gil García, director de Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, durante la presentación de la Jornada de Infancia Misionera que se celebrará el próximo 26 de enero.

Gracias a la generosidad de los niños, esta partida, tras su envío a Roma, se destinó a los múltiples y diferentes proyectos de educación, salud y formación cristiana y misionera puestos en marcha en África, Asia, América y Oceanía. Unas iniciativas que han permitido, por ejemplo, pintar y arreglar aulas, ayudar a los niños que hayan perdido a su madre o al padre con la matrícula de escolarización o llevar regalos para niños enfermos de cáncer.

Gil recordó que, entre 2008 y 2012, España, a pesar de estar viviendo tiempos difíciles por la crisis, no ha cesado su ayuda: «en estos cinco años ha aportado 24 millones de dólares (17.649.736,03 euros). De hecho, en el año 2012, fue el tercer país que más contribuyó a Infancia Misionera, tras Australia y Alemania».

Solidaridad en el Líbano

Y son precisamente los niños los que quizá viven la solidaridad desde el corazón con más ahínco. En el Líbano, donde la red de solidaridad infantil más antigua del mundo está presente desde 2006, los niños, a pesar de que muchos tienen muy poco, entregaron el pasado año casi 15.800 dólares al Fondo Universal de Solidaridad para ayudar a la infancia de los Territorios de Misión, una aportación que va en aumento. «Nuestros pequeños ayudan a niños refugiados de Siria, que son más pobres que ellos», explicó Nada Hajjar, secretaria de Infancia Misionera en Líbano. En este país además de ayudar y recaudar dinero también tienen la oportunidad de conocer a refugiados sirios, en su mayor parte musulmanes, una forma de promover un camino de paz y no de guerra a través del conocimiento del prójimo. Al respecto, el padre Paul Karam, director nacional de OMP en el Líbano, clamó a la comunidad internacional para que ayude al Gobierno libanés a hacer frente al gran número de refugiados, porque no puede entender «cómo podemos tener dinero para la guerra y no para ayudar y vivir la solidaridad».

Además, el montante total enviado el pasado año por la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, presente en 126 países, a los territorios de misión ascendió a 16,19 millones de euros; una cantidad recaudada por niños de todo el mundo y que ha permitido financiar 3.020 proyectos, en su mayoría de educación escolar.