Sevilla
Andalucía aprueba el decreto ley que permitirá reabrir la mina de Aznalcóllar (Sevilla) mediante concurso público
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado este martes el Decreto ley por el que la comunidad autónoma se reserva los derechos del complejo minero de Aznalcóllar (Sevilla), lo que permitirá a la administración autonómica impulsar la reapertura de esta explotación a través de un concurso en régimen de concurrencia competitiva para elegir el proyecto "que mejor cumpla las exigencias de seguridad y de viabilidad técnica, económica y medioambiental".
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado este martes el Decreto ley por el que la comunidad autónoma se reserva los derechos del complejo minero de Aznalcóllar (Sevilla), lo que permitirá a la administración autonómica impulsar la reapertura de esta explotación a través de un concurso en régimen de concurrencia competitiva para elegir el proyecto "que mejor cumpla las exigencias de seguridad y de viabilidad técnica, económica y medioambiental".
La mina de Aznalcóllar cesó su actividad bajo la explotación de la multinacional Boliden-Apirsa en 1998 a raíz de la ruptura de la balsa de residuos que provocó la contaminación masiva del cauce del río Guadiamar y exigió un programa de restauración que ha supuso el desembolso de aproximadamente 90 millones de euros durante varios años. El Decreto ley, que entrará en vigor el mismo día de su publicación, da respuesta a una proposición no de ley aprobada por unanimidad el pasado mes de julio por el Parlamento andaluz, que instaba al Consejo de Gobierno a articular los procedimientos necesarios para acelerar la reapertura de la mina con totales garantías y bajo premisas de plena transparencia y competitividad.
Según la Junta, la fórmula del Decreto ley, prevista en el Estatuto de Autonomía para situaciones de urgente necesidad, se justifica en este caso por las particulares circunstancias de la mina de Aznalcóllar que obligan al Gobierno andaluz a "extremar el control de las futuras actividades extractivas". Asimismo, con la aprobación de esta norma se "ofrece total seguridad a inversores y empresas concurrentes, además de agilizarse la tramitación administrativa", subraya el Ejecutivo andaluz. El complejo minero de Aznalcóllar ocupa una superficie de casi 950 hectáreas y cuenta con unas reservas de 35 millones de toneladas constatadas, y otros 45 millones probables, de cobre, plomo y zinc, además de oro y plata. Según la Junta, el proceso para su reapertura se produce "en un contexto favorable de resurgimiento de la minería metálica y de aumento de la demanda y de los precios".
El concurso minero de Aznalcóllar se sumará a los dos que la Junta ya ha resuelto este año para un total de 13.500 hectáreas en la Faja Pirítica de Huelva y Sevilla, con una inversión prevista de 12,5 millones de euros. En fase de convocatoria se encuentra otro en la provincia de Huelva que pone a disposición de las empresas investigadoras un total de 90 derechos distribuidos en 33.500 hectáreas. El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, estimó el pasado mes de octubre que el yacimiento podría estar abierto para 2015. Así, para finales del presente año y principio de 2014 el concurso para la explotación de esta mina estará en la calle y las empresas podrán optar al mismo, y a partir de su adjudicación, el plazo será de un año o año y medio para su reapertura.
Explotación abandonada en 1998
Como consecuencia de la ruptura de la balsa de residuos de la mina que por aquel entonces explotaba Boliden-Apirsa en 1998, esta multinacional sueca de la minería abandonó la explotación de Aznalcóllar, que sostenía más de 450 empleos estables y cerca de 700 eventuales, y para contrarrestar la contaminación masiva del cauce del río Guadiamar fue necesario un programa de restauración que ha supuesto el desembolso de aproximadamente 90 millones de euros durante varios años. A día de hoy, de hecho, la Junta de Andalucía mantiene vivas sus iniciativas para reclamar a la multinacional sueca Boliden el elevado coste de los numerosos y laboriosos trabajos de restauración medioambiental que siguieron a la catástrofe de 1998. Boliden-Apirsa abandonó el yacimiento minero de Aznalcóllar dejando aproximadamente 35 millones de toneladas de materiales aún por explotar, si bien el conjunto del yacimiento cuenta con un potencial mayor de cobre, plomo o zinc.
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