Murcia

China, el mayor comerciante de carne de perro

El gigante asiático mata al año más de diez millones de estos animales

Algunos perros hacinados en jaulas, cuya carne y piel cuentan con un amplio mercado en China
Algunos perros hacinados en jaulas, cuya carne y piel cuentan con un amplio mercado en Chinalarazon

Recogidos en la calle, criados en granjas ilegales o robados a familias para después ser confinados en jaulas de alambre, donde padecen hambre y sed; frío y calor. Por último, los atraviesan esta tortura deben pasar por varios golpes en la cabeza, quedando semiinconscientes, para más tarde ser apuñalados, lo que finalmente les causa una herida mortal. El último aliento les llega tras agónicos minutos desangrándose e inútiles intentos por huir. Ésta es la desgracia por la que pasan más de diez millones de perros en China cada año para la obtención, y posterior comercio, de su carne y piel. Gracias al trabajo de investigación que Igualdad Animal, una organización de defensa de los animales de carácter internacional, ha realizado, esta catástrofe ha salido a la luz.

Según Javier Moreno, portavoz de Igualdad Animal, «el miedo que sienten estos animales es equivalente al que nos enfrentaríamos cualquiera de nosotros en una situación como ésta». Respecto a si en España sucede algo similar, Moreno responde a LA RAZÓN que «no existe constancia de que en nuestro país se comercie con este tipo de carne; además, está prohibido». No obstante, no descarta que, «de forma clandestina, pueda existir algún tipo de tráfico a pequeña escala». «Desde Igualdad Animal dimos a conocer la brutalidad que sufren algunos animales en nuestro país, como la vivida en la granja Escobar, en Murcia. Allí, los operarios clavaban espadas a una cerda repetidas veces. Alguien que comete una acción de este estilo puede llegar a enfrentarse a penas de prisión», comenta el portavoz.

Desde el punto de vista psicológico, Javier Moreno comenta que «cada vez hay más estudios que relacionan la violencia hacia los animales con una violencia hacia las personas». «En nuestras investigaciones en mataderos de nuestro país, hemos visto a matarifes posando con una sonrisa mientras acariciaban a un cordero al que un segundo más tarde degollaban sin mostrar ningún tipo de reacción; como si estuvieran manejando un objeto», añade. En cuanto a si un caso de semejante magnitud impacta más a la sociedad que el de otro animal, la respuesta de Moreno es clara: «Sí, hiere más nuestra sensibilidad porque vivimos con ellos y comprendemos que, como nosotros, tienen emociones; los vemos como a uno más de la familia».

En China, la tradición de comer carne de perro, socialmente aceptada e incluso promovida por el Gobierno, tiene varios milenios. El motivo principal por el que sus habitantes la ingieren es la creencia de que cuenta con propiedades medicinales y afrodisiacas. Este animal como alimento no sólo se consume en el gigante asiático, sino también en países como Vietnam, Corea del Sur o Tailandia. Por otra parte, pese a que lugares como Filipinas o Taiwán hayan incluido actas de bienestar animal para prohibir el consumo y comercio de perros como producto alimenticio, la ley no se cumple. Asimismo, aunque en China no se contempla en la legislación el bienestar animal, en 2010 se propuso un proyecto de ley para vetar el uso de esta carne, cuyo proceso se encuentra en este momento paralizado.

En la web de la organización Igualdad Animal www.sinvoz.org se puede consultar el diario en el que aparece el día a día de la investigación. De igual manera, se puede acceder al vídeo que recoge la grabación del proceso.