Etiopía
Gusano de Guinea: el bicho al que el hombre quiere aniquilar
La campaña de erradicación del espantoso gusano de Guinea acorrala al parásito, que hace tres décadas afectaba a 3,5 millones de personas cada año, en un puñado de aldeas de África
El hombre que va a extinguir un animal a propósito por primera vez en la historia ya prácticamente ve la línea de meta. El epidemiólogo puertorriqueño Ernesto Ruiz-Tiben lleva más de 15 años al mando de la campaña de erradicación del gusano de Guinea, un espantoso animal que entra en el cuerpo humano como larva en aguas contaminadas y sale convertido en un bicho de un metro de longitud tras perforar el interior de la persona.
El Centro Carter, la organización sin ánimo de lucro fundada por el expresidente de EEUU Jimmy Carter, ha anunciado que en 2013 sólo se registraron 148 casos de personas infectadas por el parásito. Es una caída del 73% respecto a los 542 casos de 2012 y del 99,9999% respecto a hace tres décadas, cuando el gusano devoraba las entrañas de 3,5 millones de personas cada año, en su mayoría niños, en una veintena de países en África y Asia. Como el gusano necesita a un ser humano en su ciclo de vida, si se evita la infección, el animal desaparece.
Ahora, la campaña de erradicación, coordinada por el Centro Carter, tiene acorralado al gusano en el todavía caótico Sudán del Sur, el estado soberano más joven del mundo tras proclamar su independencia en 2011. Allí se dieron el año pasado 113 de los 148 casos, que se suman a los 14 de Chad, los 11 de Malí y los 7 de Etiopía.
Los casos más difíciles
"A medida que nos acercamos a la línea de meta en esta campaña de erradicación, el Centro Carter y sus socios permanecemos comprometidos con poner fin al sufrimiento causado por el gusano de Guinea, reconociendo que los últimos casos de cualquier campaña de erradicación son los más difíciles y caros de eliminar", ha declarado en un comunicado Jimmy Carter.
El éxito del programa para borrar al gusano de la faz de la Tierra se ha logrado sin vacunas ni medicamentos, sólo con campañas de educación en las aldeas afectadas para evitar que sus habitantes beban agua estancada. Además, el Centro Carter y sus socios, la Organización Mundial de la Salud y Unicef, han repartido más de 10 millones de filtros de nailon para poder beber sin riesgo. Estas organizaciones calculan que han evitado unos 80 millones de casos de la enfermedad en los países más pobres del mundo.
Si triunfan en su empeño, será la segunda enfermedad humana erradicada en la historia, tras el virus de la viruela en 1977. "Seguiremos hasta que acabemos con el último gusano", proclamó Ruiz-Tiben hace un año.
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