Medio Ambiente

La historia de superación de un orangután manco en Indonesia

Un documental español, dirigido por el asturiano Alejo Sabugo y protagonizado por el orangután manco Pelansi, retrata las dificultades que afrontan estos primates en Indonesia debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva.

"Pelansi: historia de un orangután"cuenta la desventura con final feliz de este singular simio al que tuvieron que amputar una mano tras quedar enganchado a un cepo cerca de una plantación de aceite de palma en la localidad de Ketapang, situada en la parte indonesia de la isla de Borneo.

El filme narra cómo el primate pasó días sin agua y comida enganchado en la trampa y el daño que se causó en el brazo tratando de liberarse hasta que fue rescatado por un equipo de la organización International Animal Rescue (IAR), en un estado que hizo a los veterinarios temer por su vida.

"Pelansi se agarró al enemigo (los humanos) para sobrevivir, superó la amputación de su mano y, sorprendentemente, se recuperó", explicó Sabugo.

María Álvarez Suárez, una veterinaria española que trabajó en la rehabilitación de Pelansi y que colabora en el documental, indicó que reintegrar en su hábitat a este ejemplar de orangután manco era "un reto único".

"No sabíamos si podría tener un nivel de vida suficiente como para poder sobrevivir", dijo Álvarez.

En estado salvaje, los orangutanes viven en los árboles, trepando troncos y saltando de rama en rama ayudados por la robustez de sus brazos -que tienen una fuerza hasta 18 veces mayor que la de un humano-, por lo que la pérdida de una mano se presentaba como una dificultad prácticamente insalvable.

El destino de Pelansi, su lucha por la vida, es "una historia que merecía ser contada, desde que cayó presa de una trampa, hasta su puesta en libertad en la jungla nueve meses después", relató el director del filme.

Rodado íntegramente en la jungla y en el centro de recuperación de primates que la organización ecologista IAR posee en el este de la isla de Borneo, la cinta muestra la intensa recuperación del protagonista, su paradójica relación con los humanos y su fuerza para readaptarse a la vida salvaje con una mano amputada.

La odisea de Pelansi alcanzó su clímax el 11 de diciembre de 2012, cuando los veterinarios le realizaron el último chequeo y el equipo de IAR lo trasladó a la selva.

Tras un trayecto en todoterreno y una travesía en canoa se adentraron en la frondosa jungla de Pematang Gadung, donde liberaron al primate.

"Pregunté a los responsables por qué razón no se soltaba a Pelansi en la zona donde había sido encontrado y me respondieron que esa selva ya no existe, porque en nueve meses había sido talada y convertida en una plantación de aceite de palma", reseñó la veterinaria española.

Borneo es, junto con la vecina isla de Sumatra, el único lugar del planeta donde habitan orangutanes en estado salvaje, de los que quedan sólo unos 60.000 ejemplares.

Estos primates están incluidos en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

El principal causante de la merma en la población de orangutanes es la desforestación que causan las plantaciones de palma aceitera, un árbol procedente de África que consume grandes cantidades de agua, la tala indiscriminada de bosques y los incendios provocados con la finalidad de abrir paso a las explotaciones mineras.

IAR denuncia que estos primates están siendo empujados hacia la extinción amenazados por la caza, el tráfico ilegal de animales y la destrucción de la selva.

Solo en la isla de Borneo, la población de orangutanes ha descendido en unos 20.000 ejemplares en los últimos años.

"Presenciar un problema tan grande te cambia la perspectiva. Pelansi pudo recuperarse pero en la mayoría de los casos los orangutanes no corren la misma suerte, por cada uno que se recupera hay 50 que no volverán a estar en libertad en su vida", lamentó Sabugo.