Política ambiental
La plaga del caracol manzana se extiende por el Delta del Ebro
Afecta ya a 6.000 hectáreas ocho años después de ser detectado
La plaga de caracol manzana ya afecta a 6.000 hectáreas del Delta del Ebro, según ha explicado la directora general de Agricultura y Ganadería, Teresa Masjuan, ante la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Parlament, informa Efe.
El «pomacea», conocido comúnmente como caracol manzana, es una especie «tremendamente invasora y muy fuerte» que proviene de América del Sur y que, dentro de la Unión Europea, sólo afecta al Delto del Ebro, donde se detectó por primera vez en 2009 en L’Aldea y en 2010 se detectó en los campos de arroz.
Teresa Masjuan ha asegurado que «en ningún lugar del mundo se ha conseguido erradicar» pero ha admitido que «como país de la UE tenemos que seguir investigando para frenar su expansión».
El caracol se desplaza a través de canales y desguaces, puede llegar a poner entre 4.000 y 8.000 huevos anuales y posee una capa protectora que dificulta mucho encontrar una fórmula definitiva para eliminarlos o minimizar su presencia.
La directora general ha dado entender que la parte del Delta que queda a la izquierda del río está completamente infectada por esta especie y que en 2016 se identificaron las primeras señales de invasión en el hemidelta derecho, dónde están centrando los esfuerzos para frÉnar su expansión.
Teresa Masjuan ha destacado que entre las soluciones que se han intentado poner en práctica, las más efectivas han sido el uso de septoninas y de agua de mar después de la cosecha, no sin consecuencias medioambientales.
La cosecha de la temporada 2017 demuestra que «empezamos a saber como gestionar la propagación del caracol» y que esta vez la cosecha no se ha visto perjudicada por el caracol aunque la invasión sigue existiendo, ha indicado.
En 2012, la UE determinó las pautas que deben seguirse para minimizar los efectos del caracol manzana y evitar su expansión y, siguiendo esta guía, el Departamento de Agricultura ha desplegado diversas medidas de concienciación por el territorio afectado, además de las medidas de erradicación y contención.
El Departamento trabaja también en la investigación y conservación de la biodiversidad e intenta minimizar los efectos de las soluciones implantadas hasta ahora como el uso de fitosanitarios y el agua de mar.
Como novedad, en 2016, el departamento empezó a probar con el barbecho y trabaja en la sectorización del territorio para acotar algunas zonas y evitar su propagación, aunque hasta el momento estas medidas no han dado los resultados esperados, según la directora. EFE
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