Restringido
Los elefantes desaparecerán en un siglo por la caza furtiva
En África central las poblaciones han disminuido un 63,7% en tan sólo ocho años
Los elefantes están en peligro por la caza furtiva en África. Según un estudio publicado por la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, PNAS, las poblaciones de este mamífero están cayendo a un ritmo del 2% anual. Esto significa que cerca de 35.000 elefantes se asesinan al año por su marfil, por lo que, de continuar con este ritmo, en un siglo podrían extinguirse. Y es que, como anunció el último informe de un equipo internacional de investigadores de la Convención sobre el Comercio Internacional de Animales en Peligro de Extinción (CITES) la población de elfantes en África se ha reducido hasta un punto «crítico», ya que se matan más de los que nacen.
Como explica el estudio realizado, la tasa anual de elefantes cazados de forma ilegal entre 2010 y 2012 en relación con la pablación existente de estos animales se sitúa en el 6,8%. Esto significa que un total de 33.630 animales murieron por culpa de cazadores furtivos en estos tres años. Por su parte, las zonas en las que este mamífero ve su población más azotada por la caza furtiva son África central, Tanzania y Mozambique. Y es que, tan sólo en África central, las poblaciones de elefantes han disminuido un 63,7% entre 2002 y 2010.
Como ha explicado a LA RAZÓN Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal, «la caza es un crimen legalizado. El interés de los cazadores en cazar no puede estar por encima del interés en vivir de los animales». Por ello, Moreno insiste en que la causa principal del asesinato de elefantes es la caza furtiva. Opina que «una de las principales causas por las que los cazadores han matado un promedio de 33.000 elefantes al año desde 2009, es el aumento de los precios del marfil en el mercado negro y la demanda de este producto en países como China, que está aumentando en estos últimos años». Ante tal situación, las soluciones que Moreno ve factibles para acabar con este hecho son, en primer lugar, «la existencia de voluntad política para ir erradicando la caza, y avanzar hacia una legislación que priorice el bienestar y la vida de los animales sobre los intereses de los cazadores». Además, Moreno hace hincapié en que hay que «perseguir el mercado negro e ilegal del marfil, y realizar campañas de sensibilización que avancen hacia la prohibición de la caza». En este sentido, añade que «por suerte cada vez la sociedad está más sensibilizada con el maltrato a los animales y prácticas como la caza generan cada día un rechazo mayor».
Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza, (WWF) cree que «una de las principales causas por las que se produce este suceso es que los animales son comercializados como mascotas exóticas para circos, exposiciones o coleccionistas, pero también sus pieles, huesos, colmillos u órganos son destinados, sobre todo, para la medicina tradicional china, aunque también para vestimenta o decoración. Ese tráfico ilegal produce un enorme impacto en las poblaciones de diferentes especies, muchas de las cuales se encuentran actualmente al borde de la extinción, como es el caso de los elefantes». En ese sentido, WWF afirma que «los guardafaunas y las familias que viven cerca de áreas protegidas están siendo amenazados por cazadores furtivos armados. Los criminales, normalmente dentro de redes internacionales organizadas, distribuyen armas, intimidan a las comunidades y sobornan a los gobernantes para conseguir lo que quieren». Por ello, WWF propone que «cuando se viaje de vacaciones a tierras lejanas, no se compre marfil labrado de una tienda de lujo, ni otro tipo de recuerdos turísticos que lo único que consiguen es acabar con la vida de los animales en peligro de extinción y con el equilibrio de la sociedad en los países de origen».
Largo ciclo de reproducción de esta especie
Uno de los problemas de que mueran más elefantes de los que nacen en África central y occidental es su modo de reproducción. Y es que, por norma general, en esta especie las hembras no se aparean hasta que cumplen los 14 años aproximadamente. Además, el periodo de gestación, en el que tan sólo nace una cría, suele durar unos 22 meses. Por su parte, los machos no se aparean hasta que cumplen los 40 o 50 años de edad.
Dos mociones para proteger más a los paquidermos
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) aprobó dos mociones para mejorar la protección de los elefantes y de los guardas que los vigilan. Una de ellas hace un llamamiento a todos los países en los que hay elefantes africanos para «priorizar la protección y conservación de sus poblaciones». En la segunda, los guardas africanos piden a la UICN que tome medidas para «alentar a los estados, gobiernos, ONGs y fundaciones a que tomen iniciativas de protección de la fauna y flora silvestres».
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