Lenguaje
Los perros distinguen la sonrisa del enfado en el rostro humano
Si convives en tu casa con un perro y has tenido un mal día en el trabajo o por el contrario estás feliz porque tu jornada laboral ha sido maravillosa, no tienes nada que decir al llegar a tu casa. Y es que los canes saben diferenciar perfectamente el estado de ánimo. De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista «Current Biology», estos animales pueden distinguir entre rostros humanos felices y enojados. De este modo, según los autores de la investigación, pertenecientes a la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, el descubrimiento representa la primera evidencia de que un animal que no sea el ser humano puede discriminar entre las expresiones emocionales en otra especie.
Para la investigación se entrenó a diferentes perros para que distinguieran entre 15 pares de imágenes de una misma persona tan sólo mostrando la parte superior o inferior del rostro, en el que se denotaban gestos de enojo o felicidad. Después de ser adiestrados, las capacidades discriminatorias de los perros se ensayaron en cuatro tipos de pruebas y se llegó a la conclusión de que los canes podían identificar las emociones de cualquier humano, independientemente de si la persona a la que observaban era su dueño o no. Pero no sólo esto, es que además eran capaces de aprender a reconocer otros tipos de emociones faciales. Por este motivo, en las pruebas que se realizaron, los perros tardaban más tiempo en asociar un rostro enfadado con una recompensa, dando a entender que ya tenían experiencia previa al mantenerse alejados de personas que se encuentren enojadas.
En este sentido, como explicó el autor principal del informe, Ludwig Huber, «nuestro estudio demuestra que los perros pueden distinguir expresiones de enojo y felicidad en los seres humanos, pueden decir que estas dos expresiones tienen significados diferentes, y que pueden hacer esto no sólo con las personas que conocen bien, sino incluso con caras que nunca han visto antes». Asimismo, Huber añadió que «por ahora se desconoce qué tipo de significado atribuyen los perros a estas emociones faciales, pero parece probable que los perros asocien una cara sonriente con un significado positivo y una expresión facial de enojo con un significado negativo».
Por ello, como apuntó Corsin Müller, investigador de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, «creemos que los perros en nuestro estudio podrían haber resuelto la tarea aplicando sólo su conocimiento de las expresiones emocionales de los seres humanos a las imágenes desconocidas que les presentamos». Del mismo modo, los investigadores explican que los perros eran más lentos para aprender a asociar una cara enfadada con una recompensa, lo que sugiere que ya tenían una idea basada en la experiencia previa de que lo mejor es mantenerse alejado de las personas cuando miran con expresión de enfado.
Por su parte, aunque ésta no ha sido la primera vez en la que se intenta comprobar si los perros «leen» nuestras sonrisas, ya que anteriormente, diversas investigaciones han encontrado diferencias entre personas que tienen perros y gatos, y se ha descubierto que los canes también pueden sentir celos e incluso pueden llegar a «entender» lo que dicen los humanos, sí se puede decir que por fin se han obtenido unos resultados convincentes. Aún así, los investigadores continuarán explorando el papel de la experiencia en las habilidades de los perros para reconocer las emociones humanas. Aunque también planean estudiar cómo los propios canes expresan sus emociones y cómo éstas se ven influidas por las de sus dueños u otros seres humanos.
De esta forma, ya se puede decir, por primera vez, que existe una evidencia científica que demuestra que los perros son capaces de reconocer cuando estás feliz o enfadado sólo a través de los gestos en tu rostro.
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