Miguel Carcaño implica a su hermano en la desaparición de Marta

Miguel Carcaño, condenado a 21 años y tres meses de cárcel por el asesinato de Marta del Castillo, ha salido dos veces de prisión para indicar a los investigadores la zona en la que enterró el cadáver.

Miguel Carcaño, condenado a 21 años y tres meses de cárcel por el asesinato de Marta del Castillo, ha salido dos veces de prisión para indicar a los investigadores la zona en la que enterró el cadáver. A pesar de que se trata de la séptima versión de los hechos que da Carcaño de lo ocurrido el 24 de enero de 2009, la familia y la Policía confían en que pueda ser la definitiva.

Para sostener esta idea, aducen varias razones. La primera, porque el proceso judicial ya ha terminado y sólo queda que la Audiencia de Sevilla rehaga su sentencia y decida si se debe condernar a Samuel Benítez por su implicación en los hechos. En este sentido, fuentes policiales cercanas al caso indicaron a LA RAZÓN que este caso «sigue siendo una espina clavada». «Ya está juzgado y en la cárcel y no tiene nada que perder. ¿Por qué va a mentir?», se preguntan las mismas fuentes. No tiene motivos. Así, explican que, a veces, delincuentes similares a Carcaño, «han hablado tras algún tipo de detonante».

Es desde esa cuenta pendiente «que lo cambió todo» desde la que defienden que «es lógico que se comprueben las versiones de Miguel Carcaño, porque es lo que nos queda». Es el «malo» por el que nadie siente empatía y el único en prisión por el asesinato de Marta.

Un centenar de inspecciones

Hace unos meses dio su séptima versión de los hechos, según la cual, los restos de la joven podrían haber sido enterrados en un paraje a las afueras de La Rinconada (Sevilla). Los investigadores, que ya han inspeccionado más de un centenar de lugares en busca de Marta, volvieron a empezar, con el correspondiente visto bueno del titular del juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, que ha abierto nuevas diligencias en el apartado del caso que sigue abierto.

Sin embargo, trabajan con una cautela casi excesiva. Es muy difícil lograr una confesión real después de un proceso que ha durado cuatro años y en el que los implicados han estado muy presionados por el juez, los investigadores y la opinión pública.

De hecho, Serafín Castro, ex comisario responsable de la Unidad de Delitos Violentos de la Policía y encargado de las primeras investigaciones del crimen, defiende que todo se trata de «una mentira más». «La primera versión es siempre la verdadera. Si en un primer momento dijeron que lanzaron el cuerpo al Guadalquivir, es la única versión válida», añadió.

Sobre la nueva versión de los hechos, en los que Carcaño implica a su hermanastro Francisco Javier García –aunque no ha trascendido hasta dónde llegó su implicación en el crimen–, indicó que «pueden haber tenido algún problema entre ellos que ha llevado a Miguel a inculparlo».

Lo que es posible que no se conozca nunca es lo que realmente pasó esa noche. La propia Justicia tiene dos versiones «oficiales» de los hechos. Una la dibuja la sentencia de «El Cuco», juzgado en un tribunal de Menores y ya en la calle tras dos años de internamiento. La otra, la de los implicados mayores de edad, la estableció la Audiencia Provincial de Sevilla. El Supremo ha reconocido esta dicotomía recientemente y ha remitido al Constitucional las reclamaciones de la familia.