Prostitución de menores «a la carta»

Una red captaba a las menores en un colegio y en discotecas de la Región de Murcia, así como en internet. Entre los implicados hay un suboficial retirado de la Guardia Civil de 82 años, un empresario y un abogado.

Aunque en la red es fácil encontrar anuncios de prostitutas que afirman tener sólo 18 o 19 años y «atreverse con casi todo en el sexo a demanda del cliente» a pesar de su edad, y otros en los que se puede leer; «si quieres disfrutar de una jovencita..., llámame al 645...», desgraciadamente no son pocos los que solicitan servicios con menores.

La Policía Nacional ha desarticulado en Murcia una red de prostitución que incluía a menores en la «carta» que ofertaba a sus clientes. Una red de la que hoy el director de la Policía, Ignacio Cosidó, acompañado del delegado de Gobierno, el jefe superior de la Región de Murcia, junto a los responsables de esta operación, dará más detalles de esta investigacion que ha permitido indentificar y rescatar a varias menores que estaban siendo explotadas.

Por lo que pudo saber ayer LA RAZÓN, no se trata de una acción cualquiera a tenor del número de detenidos que hay (más de diez) y del perfil. Según una información confirmada por cuatro fuentes distintas, entre los implicados hay un guardia civil retirado, así como un abogado y un empresario que algunas voces relaciones con el metal. En el primer caso, no sería un agente en servicio, sino un suboficial retirado de 82 años. Ahora bien, este periódico no ha podido confirmar si están o no detenidos, pero sí que tuvieron que prestar declaración y que de un modo u otro están implicados en la trama.

Durante esta ardua investigación, de la que al menos desde navidades «se ha estado tomando declaración a dos o tres personas prácticamente cada día», los agentes han tratado de esclarecer «qué clientes contrataban estos servicios con niñas sabiendo que eran menores y exigiendo que así fueran, y cuáles no sabían que estaban manteniendo relaciones sexuales a cambio de dinero con menores de edad».

El modus operandi de esta red de prostitución tampoco era el habitual. Según los datos facilitados a este periódico, no se trata de un club de alterne donde los clientes iban a solicitar estos servicios sexuales, sino de «una ‘‘madame’’ que daba la lista de chicas a los clientes y organizaba las citas en pisos de alterne y a domicilio».

Quizá uno de los aspectos que más llaman la atención es el modo en el que las menores eran captadas. No sólo conseguían atraer a las menores a este tipo de negocio a través de anuncios puestos en internet, sino que también fueron captadas en varias discotecas de la Región de Murcia. Y lo más grave de todo, también en un colegio de la comunidad autónoma, según informó ayer la Policía Nacional.

Respecto al perfil de las jóvenes, pocos datos fueron facilitados ayer. Sin embargo, a tenor de las dos unidades que han trabajado en esta investigación, la de menores y la brigada de extranjería, entre las chicas (tanto menores como mayores de edad) habría españolas y extranjeras.

El pasado mes de septiembre, este Cuerpo detuvo al propietario de dos bares como presunto autor de un delito relativo a la prostitución y la corrupción de menores. Ese mismo año, un hombre de 50 años fue detenido en San Pedro del Pinatar (Murcia) por varios delitos de corrupción y prostitución de menores tras haber utilizado internet para contactar con casi 500 adolescentes de Murcia, Alicante, Málaga, Toledo, Madrid, Salamanca y Huelva.

Para esta operación, la Policía Nacional ha contado con la colaboración de asociaciones que luchan contra la prostitución. Es el caso de la Asociación para la Reinserción de la Mujer Prostituida (Apramp). Rocío Nieto, representante legal de Apramp, explicó a este diario que la asociación investiga habitualmente casos de menores en colegios, después de que la Policía vea que hay indicios. «Si las autoridades ven algo, nosotros vamos a ver si hay indicios: una niña con problemas, que no quiere hablar, que está cohibida, con hábitos y costumbres que no son normales», afirma. Además, en el caso de Murcia se habría repetido uno de los modus operandi habituales en las redes de trata: hay casos en los que los propios familiares acompañan a las menores desde sus países de origen con la promesa de que en España van a encontrar una vida mejor. Incluso son recogidas por otro familiar en el aeropuerto. En muy poco tiempo, han caído en en las redes de los proxenetas.

Protegidas en un piso de acogida

El caso de la trama de prostitución de Murcia no ha sido una excepción en lo que se refiere a la protección de las víctimas. Apramp acoge en uno de sus pisos de acogida a algunas de las víctimas. «Habitualmente, la Policía nos deriva a estas niñas y las protegemos hasta que prestan declaración», explica Rocío Nieto. Además, y tras hablar con los servicios sociales, la asociación también puede obtener la guarda de la menor. Uno de los objetivos es «protegerlas de cualquier percance que les pueda pasar». Entre otros, la posibilidad de que puedan volver a ver a su explotador sexual en plena calle o en el colegio. Pero también «se desarrolla con ella un itinerario con la comunidad autónoma de turno, gracias al cual realizan varias actividades: se las recoge, se les protege y se las ofrece todo el trabajo especializado que requieren».