Protocolo antisuicidio para los encarcelados por el «caso Sara»

Davinia Muñoz, la madre de Sara, la menor de cuatro años fallecida supuestamente por abusos y malos tratos de su madre y de su pareja, habría acudido después de la alerta de los Servicios Sociales junto con la niña a una clínica privada para conseguir una prueba médica que contrarrestase la emitida por la Gerencia Regional de Salud, según ha informado El Diario de Valladolid. Con ello, la madre trató de conseguir un documento que acreditase que los hematomas y golpes que presentaba Sara tenían origen accidental para disimular los malos tratos que la pequeña sufría. La clínica, no obstante, se negó a emitir el informe que pedía la madre.

Davinia Muñoz y su pareja se encuentran ya en prisión sin fianza y se les ha aplicado el protocolo antisuicidios, un trámite habitual cuando en los casos de reclusos que ingresan por primera vez en prisión.

Alrededor de 200 personas, según fuentes policiales, se concentraron ayer en Valladolid para condenar las «negligencias» de las instituciones y pedirles responsabilidades por «errar» a la hora de evitar el asesinato de la menor, que falleció el jueves en el Hospital Clínico de Valladolid. La concentración, convocada por la Asociación de Asistencia de Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Adavasymt), ha tenido lugar en la Plaza de Fuente Dorada. En este escenario y tras la lectura de dos manifiestos en los que se ha mostrado la «enérgica repulsa» de este suceso, la presidenta de Adavasymt, Conchi Minayo, ha aseverado que la muerte de la menor se pudo haber evitado de no ser por las «evidentes negligencias» cometidas por las instituciones, «especialmente» por parte de la Consejería de Fomento.

Tanto la Coordinadora de Mujeres como Adavasymt han acusado a los organismos públicos de tratar el caso de la menor de Valladolid con una «lentitud irresponsable» y han mostrado su «indignación» por la incapacidad del protocolo de detección de malos tratos de proteger a la niña.