Cambios climáticos
¿Quiere adelgazar? Pues baje la calefacción
Un grupo de científicos defiende que las temperaturas más bajas pueden afectar de manera significativa el número de calorías que se queman en vez de ser almacenados como grasa.
Siempre se ha dicho que mantener la calefacción alta no es nada bueno porque reseca el ambiente y enpeora las condiciones del aire respirado, lo que puede afectar a las personas con problemas respiratorios. Ahora, un grupo de científicos holandeses de la universidad de Maastricht defiende que evita la quema de calorías, o lo que es lo mismo, engorda. Por ello, indican que una buena manera de perder peso sería bajar la temperatura del termostato. esta conclusión llega después de más de diez años de estudio de la influencia del frío en el metabolismo, informa "The Independent".
El estudio, dirigido por Wouter van Marken Lichtenbelt, del Centro Médico de la Universidad de Maastricht, sugiere entre la gente joven y de mediana edad, la sensación de frío puede ayudar a aumentar la quema de calorías en un 30 por ciento.
"¿Qué pasaría si dejamos que nuestros cuerpos funcionen solos controlar la temperatura corporal? Nuestra hipótesis es que el ambiente térmico afecta a la salud humana y, más concretamente que la exposición a un frío leve puede afectar significativamente nuestro gasto de energía durante períodos de tiempo sostenidos", afirmó Marken Lichtenbelt. "Un grupo de investigadores japoneses ha demostrado que la grasa corporal disminuye si se pasa dos horas al día a 17 grados durante seis semanas", recordó el científico.
El equipo de Maastricht también encontró personas que se acostumbraron al frío con el tiempo. Después de seis horas al día pasando frío durante 10 días, los niveles de grasa que genera calor en el cuerpo aumentan y la gente se sintió más cómoda y lo soportó menor.
En el artículo, publicado en "Endocrinology & Metabolism", los investigadores concluyeron que "la temperatura de la mayoría de los edificios está regulado para reducir al mínimo el porcentaje de personas insatisfechas. Esto da lugar a temperatura relativamente altas en ellos durante el invierno. Esto es evidente en las oficinas, en las viviendas y es más pronunciada en los centros de salud y hospitales. La falta de exposición a temperaturas ambiente diferentes, puede ayudar a desarrollar enfermedades como la obesidad. Además, hace que las personas se vuelvan más vulnerables a los cambios repentinos de temperatura".
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