Crimen de Asunta

Rosario Porto en un sms al colegio: «Asunta está K.O.»

Los padres de la menor se pasaron en varias ocasiones con las dosis de ansiolíticos

La madre de Asunta en un momento de su declaración ante el juez Vázquez Taín
La madre de Asunta en un momento de su declaración ante el juez Vázquez Taínlarazon

«Asunta está K.O.». Rosario Porto utilizó este término boxístico para comunicar al centro educativos al que acudía su hija que no estaba en condiciones para asistir a las clases. El uso de este término, del que se han hecho eco diversos medios gallegos, se produjo en una de las últimas faltas de la niña, en el mes de septiembre, poco antes de que fuera asesinada, en la tarde del pasado 21 de septiembre. Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso, el empleo del «K.O.» vendría a indicar que la dosis de ansiolítico Orfidal que se le suministraba a la niña era ese día de tal nivel que no podía moverse. Los distintos episodios de debilidad que presentó Asunta a lo largo de los meses de julio y septiembre coinciden, según las mismas fuentes, por duro que parezca, con una serie de ensayos o intentos de consumación del crimen. Además del citado mensaje del «K.O.», está la declaración que la madre de la pequeña Asunta, Rosario Porto, realizó en la Comisaría de Santiago de Compostela, cuando, acompañada por Alfonso Basterra, presentó una denuncia por la supuesta desaparición de la menor. Dijo que, a mediados de julio, «por descuido, se dejó las llaves de su piso puestas cuando regresó a su domicilio y que, sobre las dos y media de la madrugada, escuchó a su hija dar gritos y se levantó de la cama cuando comprobó que había un varón, de aproximadamente 1,60 de estatura, complexión fuerte, vestido de ropa oscura, portando guantes de látex, huyendo por el pasillo mientras le intentó agarrar con resultado infructuoso».

En ambos casos, tanto la utilización de un término deportivo pero que se vincula con la debilidad extrema e incluso la pérdida del conocimiento, como la narración de un supuesto intento de asesinato de su hija, casualmente de la misma manera como se le dio muerte (asfixia mecánica), indican que los términos violentos formaban parte de lo que tenían en la cabeza los padres.Todo ello sucedió mientras, tal y como explicó el juez Vázquez Taín en el auto por el que decretaba el levantamiento del secreto del sumario, a la niña se le suministró en varias ocasiones, y no sólo el día de su asesinato, el ansiolítico Orfidal. El magistrado acusa al padre de dar una dosis tóxica para privarla de toda voluntad y presuntamente facilitar la acción de asfixia «en un plan concordado con Rosario». También le acusa «de aprovechar varias ocasiones que la menor pernoctó en su domicilio para drogarla con altas dosis» del citado medicamento.

Así, «El Correo Gallego» publicó ayer que en una farmacia de Santiago, a preguntas de los investigadores, sus empleados reconocieron que Basterra había adquirido varias cajas de este ansiolítico, la mayor parte de ellas sin receta. El argumento de los responsables de la botica fue que era un cliente conocido y que «nunca desconfiamos de él». Argumentaba siempre, según la declaración, que era para su mujer, que pasaba por episodios de depresión. Por otra parte, las investigaciones , que no han concluido, no han determinado el instrumento del que supuestamente se valió Rosario Porto para matar a Asunta. El Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil ha analizado varios objetos que fueron recogidos en la casa de Teo, donde, según todos los indicios, se produjo el asesinato. En muchos de ellos están, lógicamente, el ADN de la madre y de la hija, pero no se ha llegado a precisar si fue un almohadón (del que habló Rosario en la citada denuncia a la Policía), una toalla, un peluche, un pañuelo de grandes dimensiones, etcétera. El laboratorio ya ha remitido al Juzgado de Vázquez Taín los distintos informes que se han realizado desde que empezó la investigación, poco antes de que fuera hallado el cadáver de Asunta en la pista forestal cerca de la casa de Teo.

El papel de una tercera persona

Tras reunirse con Rosario Porto en la prisión de Teixeira, su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, descalificó el auto en el cual el juez Vázquez Taín acusa a la madre de haber asfixiado a Asunta. En declaraciones a los medios a la salida de la prisión en donde ha permanecido durante más de cuatro horas, el letrado ha asegurado que «es materialmente imposible que físicamente ella haya hecho lo que se dice», ha aseverado en referencia a que el juez indica que la madre habría trasladado a la niña hasta la pista forestal. Critica que se «elimina de forma categórica» la participación de «terceras personas ajenas a ella», ya que no descarta la implicación de otros cómplices.