Mascotas

¿Sabía que su perro es considerado una cosa?

El Congreso votará el jueves si reforma el Código Civil para que las mascotas sean consideradas seres «sintientes», en lugar de cosas, como ocurre desde el siglo XIX. Ya se han recogido 243.000 firmas.

¿Sabía que su perro es considerado una cosa?
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El Congreso votará el jueves si reforma el Código Civil para que las mascotas sean consideradas seres «sintientes», en lugar de cosas, como ocurre desde el siglo XIX. Ya se han recogido 243.000 firmas.

Los animales comparten con los seres humanos numerosas capacidades cognitivas. Si los perros entienden nuestro lenguaje y entonación, los grandes simios pescan, bostezan, «engañan, bromean, ríen e incluso son capaces de aprender el lenguaje humano de signos y enseñárselo a su grupo y hablar con ese lenguaje con sus cuidadores», explica Pedro Pozas, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio.

Sin embargo, en nuestro Código Civil los animales siguen siendo considerados «semovientes», es decir, cosas, tal y como se especificó en el siglo XIX. Con el fin de que pasen a ser considerados sintientes, el Observatorio de Justicia y Defensa Animal entregó ayer 243.000 firmas recogidas vía «Change.org» en el Congreso, como aval de una propuesta de Ciudadanos en la que se insta al Gobierno a promover que los animales de compañía dejen de tratarse como cosas en el Código Civil; una iniciativa que se votará el próximo jueves en el Congreso.

«Ya es hora de que de una vez los animales de compañía dejen de ser considerados como cosas», afirmó el diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz.

«La sociedad –prosigue– pide que se cambie una norma según la cual un perro puede ser embargado en caso de divorcio... En casos de divorcio nos encontramos con que hay jueces que tienen que inventar regímenes de visita porque, para la ley, los animales de compañía no son distintos de una tostadora».

Tiene que reformarse, porque «está claro que, cuando se abre la puerta de la casa, el televisor no viene a saludarte, y nadie llora amargamente por la pérdida de un frigorífico», por lo que «es evidente que un animal de compañía tiene que ser considerado como algo diferente a una cosa», añadió el diputado de Ciudadanos.

Y es que en la práctica, lo cierto es que un perro o un gato pueden ser embargados y en caso de divorcio con animales en común «hay jueces que no tienen en cuenta el bienestar del animal porque son cosas y se atienen a quién lo compró, cuando a lo mejor el perro tiene un mayor vínculo con la otra parte», explica Nuria Menéndez de Llano, abogada y directora del Observatorio de Justicia y Defensa Animal.

«Nosotros pedimos que se reforme el Código Civil para que todos los animales sean considerados “sintientes”, no sólo los animales de compañía», puntualiza la abogada.

«En Austria (en el año 1988), Alemania (en 1990) y Suiza (2003) establecieron ya en su respectivo Código Civil que los animales no son cosas y después en una segunda tanda, Francia, en 2015, y Portugal, en 2016, han reconocido que los animales son seres vivos dotados de sensibilidad, que es lo que pedimos nosotros que se cambie en nuestro Código Civil», añade Menéndez de Llano.

«Se trata de un primer paso, que puede quedar como base jurídica o ir más alla. Tras el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea ya se tenía que haber cambiado el Código Civil pero, aunque se haga, es un paso insuficiente porque se circunscribe a los animales de compañía», explica Silvia Barquero, presidenta del Partido Animalista-Pacma.

Opinión que comparte el director ejecutivo del Proyecto Gran Simio: «En el Tratado de Lisboa, que entró en vigencia ya en el año 2009, se impone a los Estados Miembros la obligación de tratar a los animales como “seres sintientes” en la legislación interna de cada estado, particularmente en materia de agricultura, ganadería, experimentación y espectáculos».

«En el Código Civil –prosigue Pedro Pozas– debe poner que todos los animales son seres sintientes, habrá que ver cómo vaya a quedar redactado el artículo, ahí radicaría el problema. Por ejemplo, en el Código Penal sí recoge el maltrato a animales domésticos, sin embargo no recoge a los exóticos o grandes simios por no ser considerados mascotas. Si un perro es maltratado es delito; si un chimpancés –a pesar de nuestro acercamiento genético y ser miembro de nuestra propia familia de los homínidos– es maltratado, no es delito. Hay un gran agravio comparativo, es decir, hay clases en la protección de los animales».

Aunque en la práctica se entiende que a nivel judicial se trata de animales de compañía, lo cierto es que animales «semovientes» se refiere a los animales de producción, por lo que «deben estar incluidos todos los seres vivos no humanos», añade Pozas. Y es que «nuestra sociedad se rige por un Código Civil. Si en ese Código Civil, de comportamiento social, ya ponemos que los animales son objetos o cosas, no podremos avanzar en otros aspectos de la defensa animal», concluye Pozas.