Diseño
La tecnología redefine la vida del discapacitado pero a precios muy caros
Dispositivos que advierten al ciego de obstáculos en su camino con sonidos, gafas de realidad aumentada, micropantallas para sordos que les permiten visualizar subtítulos de películas: la tecnología está reinventando la vida del discapacitado pero a precios aún muy caros y con aparatos muy complicados.
Así lo ha señalado, el catedrático de Tecnología Electrónica José Manuel Sánchez Pena, y miembro del Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción (CESyA), dependiente del Real Patronato sobre Discapacidad, que gestiona la Universidad Carlos III, una centro técnico de investigación de referencia en España en tecnología para la accesibilidad audiovisual y también al cine.
Una veintena de expertos trabaja en este centro, dedicado también a normalización, estandarización y sensibilización sobre accesibilidad, los cuales acaban de desarrollar un prototipo de gafas, fabricadas con impresión 3D, para ayudar a los ciegos a manejarse en su entorno diario.
Este dispositivo incorpora dos cámaras, una sobre cada ojo, que captan el entorno del usuario y, mediante algoritmos de procesamiento de imagen y vídeo, comunican al invidente, mediante un protocolo de sonidos, los obstáculos a su alrededor, ayudándole a moverse de forma autónoma.
Los sonidos se perciben gracias a unos cascos de transmisión ósea, es decir, a través de los huesos maxilares del cráneo.
Se trata de una alternativa a los tradicionales auriculares colocados sobre la oreja, con la ventaja de que el sonido se transmite de forma aérea sin bloquear el canal auditivo del ciego, el cual es su principal vía de conexión con la información.
Estos sonidos, en realidad acordes musicales, se clasifican en seis niveles de complejidad, cada uno de ellos aportando información más detallada del entorno, según aumenta la dificultad.
La ventaja de este sistema, elegido artículo de "especial relevancia"y portada de la revista Journal of Imaging Science and Technology hace un par de años, es que el usuario puede comenzar por el nivel más básico hasta llegar al de entrenamiento suficiente para pasar a otros más complejos, según el experto.
En esa tecnología trabajan varias universidades en el mundo, además de la Universidad Carlos III, y dispone ya de un prototipo operativo a la espera de ser comercializado, con un precio inferior a los 300 euros.
Se trata de un gran logro dado "el alto coste"que suelen tener los dispositivos aplicados a mejorar funcionalidades en los discapacitados, ha añadido el catedrático.
Además, ha precisado, es un sistema muy poco voluminoso y de bajo peso, algo asimismo poco habitual en el mundo de las tecnologías aplicadas a mejorar la accesibilidad de personas con discapacidad sensorial. El mismo está siendo valorado ya para su uso por la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE).
La Universidad Carlos III trabaja, asimismo, en otras ayudas electroópticas, como unas gafas con realidad aumentada para personas con deficiencia visual o baja visión que puedan tener obstruido el campo central o periférico, como ocurre en patologías como la retinosis pigmentaria, degeneración macular (DMAE) o cataratas.
Esas gafas permiten que la información no visualizada en un campo de visión obstruido les sea mostrada en otro funcionalmente operativo, lo que se conoce como "multiplexado espacial".
También estos investigadores han empezado a trabajar con personas con dislexia y el uso de gafas especiales con materiales electrocrómicos, que actúan como filtros específicos de varios colores, en función de una tensión eléctrica aplicada con una pequeña pila.
Junto con el Grupo de Displays y Aplicaciones Fotónicas, el CESyA está desarrollando un sistema portátil y autónomo para que personas con discapacidad sensorial capten información mediante la luz de iluminación habitual, por ejemplo LED. Existe ya un primer prototipo operativo capaz de recibir audio y/o texto a través de esas fuentes lumínicas.
En el caso de los sordos, este grupo lanzó hace unos años un sistema considerado por la revista Time como uno de los tres mejores inventos mundiales para "entretenimiento", el cual consistió en el primer prototipo de gafas de subtitulado para personas con déficit auditivo.
Este invento les está permitiendo disfrutar del cine junto con el resto de la audiencia, que sigue viendo las imágenes habitualmente de forma doblada.
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