Todo puede superarse

- ¿Cómo puede afectar a unos niños haber estado separados de otros durante los primeros años de su vida?

–Tal vez a la hora de escolarizarse se muestren un poco inseguros. Estos niños van a necesitar una atención mayor de la que precisan los demás, así como un marco escolar muy inclusivo.

- ¿Qué recomendaciones haría en estos casos?

–Debe haber una comunicación constante entre los padres y el colegio. Entre otras cosas, sería recomendable que los maestros explicaran a los compañeros de aquellos niños con necesidades especiales, sean estas cuales sean, cuál es la situación, siempre con un lenguaje apropiado que los menores entiendan para evitar extrañezas. Además, es recomendable diseñar un plan de estudios que permita que los niños se pongan al día, partiendo de una evaluación pedagógica previa que permita detectar carencias.

- ¿Deja algún tipo de secuela el afrontar lo que acarrea una enfermedad desde tan pequeños?

–Si la enfermedad persiste, puede haber limitaciones, pero siempre que el clima sea propicio y con la atención adecuada, las personas salen adelante. Ahora es muy común hablar de la resiliencia, la capacidad que tenemos todos, aunque algunas personas más que otras, para superar las dificultades. Si ésta se promueve, los problemas no tienen por qué ser determinantes.

- ¿Qué consecuencias puede tener la sobreprotección en estos casos?

–Que se vuelvan cómodos, inseguros y que desarrollen una dependencia mayor de la dictada por la propia enfermedad. Si no se les da cierta libertad, pueden tener problemas para desenvolverse.

- ¿Cómo deben afrontar su situación aquellas personas dependientes de una medicación de por vida?

–No debería suponer un problema trascendental en sus vidas. Deben tener en cuenta sus propias limitaciones y, sobre todo, aprender a valorarse.

*Doctor en Psicología de la Universidad Complutense