Un motero sobrevive a una de las carreteras más peligrosas del mundo

Charly Sinewan es la culminación del proceso de transformación de un aventurero que lo dejó todo por vivir la aventura de recorrer el mundo en moto. Carlos pidió una excedencia en su empresa en 2009 para emprender un proyecto, que culminó ocho meses después de pasar por 23 países y recorrer 40.000 kilómetros. Desde ese momento Carlos comenzó a ser conocido por sus aventuras moteras bajo el nombre de Charly Sinewan. Una de sus aventuras le llevó el pasado verano a Kenia, donde se encuentra una de las carreteras más peligrosas del mundo. No por su trazado sino por los conductores, que no respectan la señalización y circulan en sentido contrario sin miedo a colisionar con los vehículos que circulan por él. Sinewan decidió documentar su aventura y grabó un vídeo de poco más de un minuto en el que se puede ver cómo se ve obligado a detenerse en varias ocasiones para no morir bajo las ruedas de coches o camiones. El vídeo finaliza con ualgo inevitable. Un coche circulaba por el arcén del sentido contrario y Charly se detuvo para no provocar un accidente. A pesar de ello, el coche colisionó contra él, lo derribó y siguió su camino como si no hubiera ocurrido nada. El conjunto de las imágenes impactantes de la carretera y el accidente en sí, han causado un gran impacto en las redes sociales y ha servido para localizar al responsable del atropello.

Sinewan relata sus aventuras en un blog, en el que explica que en julio de 2009 comenzó los preparativos de su primer viaje. "En aquella época emitían en televisión «El Mundo en Moto con Ewan McGregor», los viajes del actor con su amigo Charly, con varios coches de apoyo, mecánico, médico y una productora filmándolo. Irónicamente llamé a este blog “El Mundo en Moto Sinewan” (Sin-Ewan -McGregor-). Lo que comenzó como una broma acabó siendo su nombre y desde ses momento se le conoce como Charly Sinewan.

"Desde Sídney regresé a Madrid con la idea de reincorporarme a mi empresa y dar por concluido el sueño. Sin embargo no fue así, necesitaba seguir viajando. Unos meses después comencé a viajar de nuevo. Esta vez decidí hacerlo por etapas y dejar la moto aparcada en diferentes ciudades africanas. Así llegué a Ciudad del Cabo tras bajar toda la costa oeste sin desvincularme completamente de la vida urbana", añade.

Posteriormente, indica, en mayo del 2013 "arranqué de Ciudad del Cabo con la idea de subir la costa este y llegar a Madrid en cuatro meses. Pero no fue así, esta vez el viaje fue muy lento y reflexivo. Tras casi cinco años combinando dos vidas tan diferentes, decidí finalmente que lo que me hacía realmente feliz es viajar y compartirlo con los lectores de esta web. La vida se pasa rápido y los sueños están para cumplirlos, o al menos intentarlo. Hace un par de meses que dejé la moto en Johannesburgo y regresé en avión para recoger mi vida urbana".