Telefonía
Así es el «Dumbphone»: el teléfono móvil que la CIA obliga a usar a Trump
Donald Trump ya no va a poder mandar tuits con tanta asiduidad como hasta ahora. La CIA le ha obligado a sustituir su móvil personal por uno mucho más seguro que restringirá sus comunicaciones y sus búsquedas en internet, un «teléfono tonto» del que ya se lamentaba Obama.
Trump ya no va a poder mandar tuits con tanta asiduidad como hasta ahora. La CIA le obliga a sustituir su móvil personal por uno mucho más seguro que restringirá sus comunicaciones, un «teléfono tonto»
El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaba tan unido a su smartphone (probablemente un Samsung Galaxy) como a sus corbatas rojas. Pero una reunión con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) le ha convencido para que lo abandone en favor de un dispositivo cuya inteligencia reside en su seguridad...y poco más. De acuerdo con el diario «The New York Times», se trata de «un móvil seguro, encriptado y aprobado por los servicios secretos». El que hasta ahora usaba para tuitear, hacer fotos y navegar por la red podría haber sido directamente requisado por su personal de seguridad para evitarle caer en la tentación.
Mantener el viejo aparato podía generar numerosos conflictos. Principalmente y, al contrario de presidentes anteriores, Donald Trump lleva décadas siendo un personaje famoso y la Prensa tenía su número. Eso lo hacía susceptible de experimentar algún tipo de «hackeo». Todos sus contactos, mensajes y archivos podrían quedar a disposición de amigos de los ajeno y enemigos de Trump.
La política de reemplazar el smartphone de un presidente no es nueva. Barack Obama la experimentó cuando, después de utilizar un BlackBerry durante años, al llegar a la Casa Blanca le dieron un iPhone. Pero no uno para alegrarse precisamente, sino uno que había sido modificado y que no podía enviar mensajes de texto ni correos, y con el que tampoco era posible hacer fotografías ni escuchar música. Un «dumbphone» (teléfono tonto) en toda regla. «¿Tu hijo tiene un teléfono de esos de juguete con el que hace que habla con su abuela? Pues eso es lo que me dieron a mí», confesaba Obama en una reciente entrevista en el programa de televisión «Tonight Show».
Eso significa que Trump tendrá un teléfono (y un número) nuevo, desde el cual no podrá conectarse a internet. Se trata de una situación en la que todos ganamos (menos Trump obviamente), ya que su acceso a su cuenta de Twitter personal será mucho más limitado.
¿Cómo será entonces el teléfono del presidente de Estados Unidos? Todas las fuentes apuntan a que se tratará de un dispositivo convencional al que le quitarán varias piezas de hardware y le agregarán otras, junto a diversos programas de bloqueo y seguridad.
Por empezar, no tendrá cámara, le quitarán el chip de conexión a redes wifi y la tarjeta de memoria (la reemplazarían por otra nueva, aunque más pequeña). Tampoco se conectará a la red de comunicación habitual.Todas sus llamadas pasarán por una serie de líneas privadas a las que la mayoría de los mortales no tenemos acceso. De hecho, no habrá registros de sus llamadas. Todo el espacio libre que quede será ocupado por un hardware capaz de trabajar con SCIP (Protocolo Interoperacional de Comunicaciones Seguras, en sus siglas en inglés). Este sistema de seguridad fue desarrollado por el Departamento de Defensa, junto con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), para resolver problemas en los sistemas de encriptado de voz en las comunicaciones. Es el protocolo de seguridad en las comunicaciones de voz utilizado por diferentes gobiernos y organizaciones como la OTAN. SCIP opera más allá de cualquier línea de teléfono normal, aparte de las comunicaciones, y no está vinculado a radios militares. En cierto sentido es como aquellos módems antiguos, en los que había que discar (sí, discar) un número y conectar el teléfono. Antes de la conexión de dos dispositivos con SCIP, ambos deciden cuál es el mejor modo de hacerlo y entonces se comunican.
Otro de los sistemas de seguridad que tendrá el móvil de Trump será el Haipeis (siglas de High Assurance Internet Protocol Encryptor Interoperability Specification). Es otro protocolo de seguridad, diseñado por la NSA, que permite intercambiar información, datos y comunicaciones de voz a través de redes públicas minimizando los riesgos de un ataque.
Todos estos protocolos le servirán para comunicarse con aquellas personas que posean dispositivos con idénticos controles de seguridad: personal de seguridad de la Casa Blanca, otros jefes de Estado, etc., pero no para hablar con su familia, amigos y menos para seguir sus progresos en las redes sociales. Si bien es cierto que le podrían haber dado un iPhone, cuyo «cerebro» ya está encriptado por defecto y tiene un sensor de huella incorporado para hacerlo aun más seguro, la realidad es que esto no impide que se obtenga información si se «hackea» al entrar en redes públicas o interceptar las comunicaciones.
Lo que sí podemos es intentar deducir es el precio que tendrá el smartphone presidencial. Teniendo en cuenta que hace un año Hillary Clinton solicitó un teléfono personal seguro y la NSA le sugirió el Sectéra EdgeDoc, un teléfono que sobrepasa los 2.000 euros en su versión más básica, podemos asumir que el modelo de Trump, con la customización y los protocolos, puede llegar a los 4.000 euros. Un poco caro teniendo en cuenta que no podrá tuitear.
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