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El gadget del sábado: Huawei FreeArc, auriculares de lo más florido

Los auriculares deportivos con una mejor relación calidad/precio y una durabilidad a prueba de condiciones extremas.

Durabilidad, precio y comodidad, las virtudes de los FreeArc J.S.J.S.

Lo habíamos dicho cuando los vimos por primera vez: era cuestión de tiempo hasta que Huawei lanzara sus propios auriculares deportivos, un sector del sonido que se caracteriza por dispositivos que permiten escuchar sin perder conexión con el exterior.

Una de las primeras características que se hace patente en estos nuevos auriculares es su durabilidad. El mimo con el que han sido diseñados es compatible con un soporte flexible y ligero que los mantiene en su sitio pese a saltos, ritmos de carrera acelerados y movimientos bruscos de cabeza.

El soporte que rodea el pabellón auditivo se adapta perfectamente, manteniendo en su sitio todo el dispositivo, con un peso inferior a los 9 gramos cada uno. A eso habría que sumarle el estuche de 67 gramos. Algo más grande de lo habitual, pero también más delgado. Todo el conjunto permite usarlos por un total de 28 horas (unas 7 horas sin recurrir al estuche de carga). La carga rápida, un departamento que Huawei explota muy bien, es eficaz: apenas 10 minutos de carga dan para 3 horas de reproducción

Puede que al principio sea raro que no precisen introducirse en el oído para sonar bien, pero nos acostumbramos rápidamente a ello y a su ligereza. Dos detalles importantes: no tiene botones físicos (algo molesto si estamos corriendo y no damos el “toque” adecuado) y obviamente, no tienen cancelación activa de sonido, algo que es comprensible teniendo en cuenta que no se sitúan dentro del oído y su objetivo es mantener una conexión con el entorno. Valga la redundancia: son auriculares para hacer deporte, no para disfrutar de la fidelidad sonora.

Uno de los principales atractivos de los Huawei FreeArc es su precio, por debajo de los 120 euros, un precio muy inferior a la competencia (tanto aquellos que se sitúan en el mismo rango de precios, como los que apelan al deporte como reclamo). La resistencia a la intemperie es de IP57, lo que significa que resisten el sudor, la lluvia y hasta podrían resistir un chapuzón rápido. Y cuando Asturias los ha puesto a prueba, han resistido el desafío.

La aleación de níquel-titanio con memoria de forma, alias el puente que une la gota de confort (el punto de equilibrio, básicamente) con el casco, ha sido probado 20.000 veces para demostrar su fiabilidad. Esto significa que si los abres y cierras 10 veces por día, deberían durarte más de 5 años.

En el apartado de sonido, los Huawei FreeArc cuentan con un controlador de alta sensibilidad de 17 x 12 mm con imanes de neodimio-hierro-boro, los mismos que llevan los gama alta de la competencia: Sony, Bose, Sennheiser y Apple. ¿Significa esto que el sonido es de alta calidad? No, no es su objetivo (ni el de la competencia), pero sí ayudan a ofrecer una calidad sólida y muy equilibrado para lo que constituye un diseño de oído abierto.

El trabajo en el apartado de volumen también es muy bueno: no es necesario ponerlo al máximo para disfrutar en plena carrera y tampoco molesta a quienes están a nuestro alrededor con crepitares extraños y filtraciones de canciones no identificables. Son, en este apartado, muy reservados gracias a un algoritmo propio conocido como Sistema de Ondas de Sonido Inversas.

En cuanto a la personalización, los cuatro preajustes de ecualización son un buen detalle, aunque bastante estándar hoy en día. Si hay que resumir cómo experimentamos el sonido, la conclusión sería (para cascos abiertos), excelente.

Veredicto:

Si practicas deporte y prefieres gastarte dinero en zapatillas e indumentaria sin perder calidad ni hipotecarte, los FreeArc son la mejor opción del momento. Y vienen en tres colores: negro (mate), gris y verde (más amarillo casi).