¿Tenemos derecho a la desconexión o «employee branding»?

La ley que ha aprobado el congreso esta semana contrasta con los modelos de trabajo emergentes, que exigen hiperconexión

El Congreso aprobó este jueves el derecho a la desconexión digital de los trabajadores en el marco de la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos. Igual que ya ha hecho Francia, pretende amparar el derecho de los empleados a no recibir llamadas, SMS, emails o mensajes de Whatsapp de su empresa fuera del horario laboral.

Se trata sin duda de un gran avance, pero lo cierto es que los modelos emergentes de trabajo y las aspiraciones de las empresas van en la dirección opuesta y solo son posibles con una hiperconexión digital más allá de las 8 horas de rigor.

La expresión de moda en los departamentos de recursos humanos es «employee branding». Una corriente que persigue convertir a los empleados en embajadores de la marca en sus perfiles personales en las redes sociales al margen de su tarea concreta.

Según el «Edelman Trust Barometer 2017», un estudio internacional sobre confianza empresarial, los empleados son considerados las fuentes más creíbles para conocer el trato de las empresas a sus clientes, su situación financiera, su apuesta por la innovación o cómo gestionan las crisis. En los seis parámetros estudiados, un trabajador es percibido como más fiable que el mismísimo CEO de la compañía.

Las empresas comprometidas con este concepto saben que lo primero que deben hacer es tratar lo mejor posible a sus plantillas, reforzando su sentido de pertenencia mediante formación y recompensas no necesariamente dinerarias, pero sí tangibles como la promoción interna, así que también puede beneficiar a los trabajadores dispuestos.

En España, el 75% de los empresarios considera importante el «employee branding» para sus objetivos, según la encuesta realizada entre 425 empresas por la consultora de recursos humanos Eurofirms. Paradójicamente, apenas el 20% de ellas realiza planes específicos en ese sentido, pero sí tienen claro por qué perfil profesional van a apostar.

En paralelo, gracias precisamente a las TIC, casi 1,5 millones de españoles practican ya el teletrabajo, según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo. Esto representa el 7,4% del total de ocupados en España, y creciendo: uno de cada cuatro empleos creados en los dos últimos años lo fue en esta modalidad, caracterizada por la flexibilidad horaria para bien y para mal.

Así que la desconexión digital está bien como derecho, pero otra cosa es si tendrá sentido a medio plazo dadas las tendencias del mercado laboral presente y, sobre todo, futuro.