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Crítica de «Jeffrey Epstein: asquerosamente rico»: Entre la necesaria reflexión y el simple morbo

La nueva serie documental de Netflix se recrea en detalles sobre los crímenes cometidos por su objeto de estudio, pero no ahonda en las preguntas más relevantes que los rodean

Tras condenar a Jeffrey Epstein por tráfico sexual, el FBI instaló una línea directa para que las víctimas se pusieran en contacto, usando el cartel de la imagen
Tras condenar a Jeffrey Epstein por tráfico sexual, el FBI instaló una línea directa para que las víctimas se pusieran en contacto, usando el cartel de la imagenNetflixCourtesy of Netflix

Durante buena parte de su vida, hasta que su podredumbre salió finalmente a la luz, Jeffrey Epstein fue a menudo idealizado como un hombre misterioso y dotado de un carisma al que políticos y financieros eran incapaces de resistirse; algo así como una versión de carne y hueso del gran Gatsby. Los raros momentos en los que el sujeto aparece en persona en «Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico», en cambio, lo muestran como un tipo anodino, huraño y completamente gris. Quizá su poder de fascinación residiera precisamente en su capacidad para camuflarse tras esa desagradable mundanidad. También es posible, claro, que la impresión que esas imágenes de Epstein nos causan estén condicionadas por lo que en los últimos tiempos hemos llegado a conocer de él: que durante años desarrolló una suerte de esquema piramidal en el que la mercancía no eran divisas sino mujeres menores de edad, la mayoría de ellas procedentes de entornos desfavorecidos y lastradas por circunstancias personales traumáticas; y que en 2007, tras ser formalmente acusado de abusar sexualmente de más de tres docenas de ellas y explotarlas, no recibió más castigo que 13 meses de reclusión en una prisión de mínima seguridad porque, eso también es sabido, el tipo conocía a la gente adecuada. Pero más allá de eso, y de que la reapertura del caso condujo a su encarcelamiento y posterior ahorcamiento, no hay más certezas sobre él.

¿Proveyó Epstein de mujeres menores a políticos, figuras públicas y miembros de la realeza para compilar material con el que chantajearlos? Posiblemente. ¿Es cierto que quería que, tras su muerte, su cabeza y su pene fueran congelados? Se rumorea. ¿Cómo amasó su fortuna? Nadie lo sabe a ciencia cierta. ¿Fue su muerte realmente un suicidio? Y lo más importante de todo: ¿Cómo y por qué logra una persona así emerger, medrar durante décadas sin atesorar méritos conocidos y eludir en el proceso a quienes buscaban la justicia y la verdad? «Asquerosamente rico» no arroja ni un rayo de luz sobre el enigma. Sus cuatro episodios probablemente sean un buen punto de partida para quienes no conozcan nada de su objeto de estudio, pero carecen por completo de información que no fuera pública ya. En lugar de investigar, la serie principalmente pone el foco en algunas de las mujeres que sobrevivieron al monstruo. Una y otra vez, esas víctimas describen los abusos que sufrieron y cómo lidian con la culpa, la vergüenza y el trauma, y lo hacen de forma absolutamente gráfica.

Jeffrey Epstein en una imagen del documental de Netflix
Jeffrey Epstein en una imagen del documental de NetflixNetflixCourtesy of Netflix

Y sus testimonios son del todo necesarios, porque en su día esas jóvenes fueron silenciadas y revictimizadas por las instituciones que debían protegerlas; pero en lugar de usarlos para reflexionar sobre la impunidad que el dinero otorga, o qué tipo de sociedad permite a alguien como Epstein cometer sus crímenes de forma impune, la serie se recrea en historias en historias de masajes y toallas. La mayoría de hombres poderosos de quienes se sospechan o se han probado peligrosas conexiones con él apenas son mencionados en ella, y eso limita drásticamente su capacidad para ayudarnos a entender por qué pasó lo que pasó y qué es necesario para evitar que vuelva a suceder. Por otra parte, si esos tipos han evitado responder por esos vínculos ante la justicia, ¿por qué no iban a evitar hacerlo ante Netflix?

Por qué hay que verla / por qué no: Para quienes no conozcan los detalles de los crímenes de Epstein, resulta tan ilustrativa como la más detallada entrada de la Wikipedia.
El mayor acierto: Su esfuerzo por dar voz a las víctimas, en su momento silenciadas tanto por los medios de comunicación como por la justicia.
Si le gusta también puede ver... otras series documentales sobre abusos sexuales cometidos por figuras públicas, como «Leaving Neverland» o «Surviving R. Kelly».
El dato: Otras dos series basadas en los crímenes de Epstein, una documental y una de ficción, se estrenarán próximamente.