Protagonista
Casi nueve meses ha estado rodando, con una pandemia de por medio, la serie “3 Caminos”, que ya está en Amazon Prime Video. Una producción donde se ven la cara actores de distinta nacionalidad para dar sentido a esos tres Caminos (de Santiago) a lo largo de sus vidas. Álex González es, en esta ocasión, Roberto, un bombero mexicano que viene a purgar una experiencia dolorosa. Y mucho más.
-¿Cuál ha sido su mayor desafío?
-Afrontar la enfermedad. Soy afortunado, porque no he vivido una enfermedad ni en primera persona ni en mi familia y ha sido complicado trasladar la experiencia.
-Su personaje es Roberto, un mexicano...
-Ese ha sido otro de los desafíos. Hacer de mexicano de forma realista. Soy un enamorado de México y de su cultura. Una semana antes de empezar a rodar tenía muchas inseguridades con el acento, pero al final esa dificultad se acabó convirtiendo en facilidad, porque me ha dado más libertad.
-Llegó a sobrevolar la idea de que tuviera padres españoles para justificar el acento.
-Así es... (ríe). Ocurrieron cosas curiosas. Tres días antes hicimos una presentación a los medios, antes del Covid y una periodista preguntó acerca del acento. Los compañeros sabían de la crisis que estaba pasando en ese momento... Fue como en las pelis, se hizo un silencio, plano corto... “Pues este sí, en Ciudad de México me crie desde bien chiquito”... Verónica me miraba como diciendo te estás tirando a la piscina, pero creo que desde ese momento me lo creí y ya soy mexicano.
-¿Cuánto tiempo fue mexicano?
-Unos meses previos ya estuve preparándome y el rodaje comenzó en enero. Después vino el confinamiento y cuando volvimos sentí que se me había olvidado... En total unos ocho meses. Lo he extendido después... Me han pasado cosas curiosas. Con mi madre, por ejemplo, con la que me llevo genial. Vivimos en ciudades diferentes e intento hacerla cómplice de mi vida, le mando cosas de los personajes que voy a hacer. Así que un día con Roberto le envié un audio diciéndole “madre de mi vida y de mi corazón... no cabe tanta belleza...” Claro los mexicanos son tan educados, hablan con tanta admiración, que la gracia es que mi madre contestó a ese audio a Roberto directamente. Fue como un acuerdo tácito. Y luego me decía, “me encanta Roberto”. Cuando acabé el rodaje, como es normal, yo fui poco a poco olvidando a Roberto y mi madre de vez en cuando me pregunta cómo está.
-¿Cómo se preparó para la enfermedad?
-Ya he comentado que tengo la fortuna de gozar de buena salud y necesitaba comprender la enfermedad. Roberto es bombero y es el que mejor condición física tenía. Le llega la degeneración del sistema nervioso, muscular y físico. Fui quitando capas e intentando hacer las secuencias desde el lugar en el que el personaje no quiere aceptar la enfermedad. Hablé con pacientes de ELA que, con mucha generosidad, me habían contado sus historias y compartieron esa parte de negación. Cómo sientes un hormigueo en los dedos y pierdes la fuerza. Puedes agarrar una taza, pero no un folio. En esa negación descubrí a un Roberto muy optimista.
-¿Qué le ha enseñado su personaje?
-Me ha enseñado a poner en práctica lo que luego nos obligó la pandemia: que la realidad que vivimos no es la única realidad. Que puede haber otras paralelas y que las cosas tienen la importancia que les des. Tú puedes elegir.
-En la presentación de la serie, el elenco de actores transmitió una experiencia de vida durante la grabación.
-Sucede algo curioso con el reparto de esta serie y es que no podemos ser seis personas más diferentes, pero cuando estamos juntos hay armonía. Es como si cada uno tocáramos un instrumento diferente y la canción sonara bien. Ha sido una experiencia única.
-Después de “3 Caminos” y todavía tiene el Camino de Santiago pendiente.
-Así es. En cuanto se pueda, espero estar de los primeros. Para todas esas personas que están como yo, ver “3 Caminos” es una buena opción. Creo que hemos podido transmitir la magia del Camino, que es la huella emocional dejada por millones de personas durante miles de años y ese factor humano, que son las personas que te vas encontrando.
-¿Qué le ha cambiado durante el confinamiento?
-He aprendido a ser más flexible. Todos los domingos tengo la costumbre de prepararme toda la semana, porque he aprendido que lo que no me apunto no lo hago, me ayuda para las metas a corto y medio plazo. Pero he aprendido que las cosas nos suceden cómo las has planteado y hay que estar en el presente. Antes me surgía cualquier plan y mañana siempre era un día importante. Nunca podía. Ahora estoy aprendiendo a vivir lo que hoy me da, a estar con mis hermanos, ir a ver a mis padres, tomar un vino, una cena. Me esfuerzo por no dejar pasar el momento.
-