Alberto Aguilar pasea una oreja de un notable «Escolar» en Dax

Alberto Aguilar cortó ayer la única oreja de la tarde en la plaza francesa de Dax. Al tercero de la tarde, el madrileño recetó unas rematadas verónicas y, con la muleta, imprimió excelentes series, muy templadas. Con la zurda pudo lucirse y bajar mucho la mano para dejar naturales muy bellos y profundos pases de pecho.

Ante el sexto, un ejemplar brusco de salida, empezó su labor con pases por abajo y logró buenas tandas por la derecha. Lo intentó también por el izquierdo, pero el toro se negó. Al volver a la diestra, el «Escolar» ya no respondió de la misma forma y entró a matar. Lástima que pinchó hasta en tres ocasiones, si no, le hubiera corta otra oreja.

Fernando Robleño pechó con un primer ejemplar que embistió siempre con la cabeza por las nubes. El diestro tuvo que realizar la faena a media altura y pudo, no obstante, lograr tandas templadas y con mando que fueron rematadas de buenos pases de pecho. Con la izquierda no consiguió el mismo resultado, pues el ejemplar se fue hacia las tablas.

El cuarto toro fue devuelto y, en su lugar, salió un sobrero muy violento, con arrancadas intempestivas ante el que Robleño estuvo peleón para intentar, al menos, que pasara. Logró una tanda por la derecha que puso al público el bello de punta al pasarse los pitones cerca del cuello.

Por su parte, Morenito de Aranda recibió a su primero con señoriales verónicas y una media al estilo belmontino. Muy firme estuvo el burgalés con la muleta, dejándola siempre puesta para sacar algún muletazo. Mató de una soberanísima estocada pero, sin motivo, se quedó sin trofeo.

A su segundo, le recetó eficaces capotazos de salida y, con la muleta, se dobló con mucha eficacia para imprimir muletazos ligados y pases de pecho excelentes. Sin embargo, el toro empezó a quedarse corto y a revolverse, buscando las carnes del diestro. Tras la estocada sin puntilla y una fuerte petición, dio una vuelta al ruedo.

En Dax (Francia), cuarta de la Feria de Agosto. Se lidiaron toros de José Escolar Gil (4º bis); bien presentados, de juego dispar y algunos de escasas fuerzas. El 3º, de más calidad, fue ovacionado en el arrastre. Fernando Robleño, palmas tras aviso y saludos tras aviso; Morenito de Aranda, silencio y vuelta al ruedo tras fuerte petición; y Alberto Aguilar, oreja y saludos. Lleno en los tendidos.