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«Esta unidad es la felicidad para la Tauromaquia»

El toreo se vuelca en una gran manifestación para pedir la vuelta de los festejos taurinos a Bogotá

El Juli, Perera, Abellán, Talavante y Padilla, entre otros, ayer en Bogotá
El Juli, Perera, Abellán, Talavante y Padilla, entre otros, ayer en Bogotálarazon

Da pena ver el estado decadente de la Plaza de toros La Santamaría, uno de los principales ruedos del continente. Pintadas en las paredes, olores, basura, y en general los estragos del olvido. Atrás quedaron los días de gloría de la que fuera bautizada como la niña bonita de Bogotá. Parecía todo perdido hasta que llegaron sus hijos a salvarla, con el capote bien puesto y el estoque en la mano.

César Rincón, el torero colombiano por excelencia, encabezó ayer la convocatoria para respaldar a los ocho novilleros que esta semana cumplieron 100 días acampando en los alrededores de la plaza La Santamaría. La protesta está dirigida directamente contra la decisión de prohibir las corridas que impuso el alcalde Gustavo Petro, hace más de dos años.

La manifestación contó además con la presencia de las grandes figuras del toreo, entre ellos: Palomo Linares, Alejandro Talavante, El Juli, Miguel Abellán, Sebastián Castella, El Fandi, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera, Manuel Escribano, Luis Bolívar e Iván Fandiño. Aunque el acto comenzó por la tarde, los toreros no irrumpieron hasta la noche. Con los diestros en el escenario hicieron un pasodoble con paseíllo simbólico y un homenaje a José María Manzanares, que tuvo también su parte de gloria en Bogotá.

Tras ser recibidos en el Museo Nacional por el embajador de España en Colombia, Ramón Gandarias, los diestros se dirigieron a La Santamaría. «Este momento significa la felicidad para los taurinos del mundo del toro en la unidad por la Tauromaquia», declaró César Rincón en la carpa instalada frente al coso bogotano. Por su parte, el diestro El Juli expresó que se trataba de «un día histórico, reconocimiento al esfuerzo de los novilleros ya que lo valora mucho la Tauromaquia». «Estamos reivindicando algo que debimos hacerlo en Cataluña y los novilleros nos han puesto el ejemplo», expuso el torero vasco Iván Fandiño.

El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, el cantautor Joaquín Sabina y el pintor Fernando Botero también declararon su apoyo a la manifestación. Estos tres grandes de las artes, entre otros escritores, poetas, periodistas, empresarios y ex presidentes firmaron un manifiesto escrito por Antonio Caballero que se leyó en la concentración.

Hace poco más de un mes la Corte resolvió una tutela en la que ordenó a la Administración Distrital «restituir de manera inmediata La Santamaría como plaza de toros permanente para la realización de espectáculos taurinos y la preservación de la cultura taurina, sin prejuicio de otras destinaciones culturales y recreativas que alteren su destinación principal». Sin embargo, antes de conocerse el fallo el alcalde había dicho que si el alto tribunal se pronunciaba a favor de las corridas, él no acataría la decisión. «Sería traicionar mis principios», dijo. «Prefiero renunciar antes de reabrir la plaza de toros», apuntó.

La anécdota fantasmagórica

Los novilleros que completan ya 102 días en huelga pasaron tremendo susto hace dos noches, dentro de la Plaza de Toros, cuando entraron a aprovisionarse de agua. «Estábamos en el patio de cuadrillas y decidimos tomarnos una foto, al principio no nos dimos cuenta de nada pero cuando analizamos la foto vimos una extraña presencia al fondo», cuenta el novillero Enrique Parra.

«Más tarde, volvimos a entrar a la plaza y como si nos hubiéramos puesto una cita vimos a este fantasma que era algo blanco y con unas orejas grandes de marrano, todos corrimos del susto, nunca nos había pasado esto en la vida», relató.

El vigilante de la Plaza de Toros les contó a los novilleros que no es la primera vez que sucede ya que constantemente se escuchan gritos y se sienten extrañas presencias dentro de este antiguo monumento de los capitalinos. Algunos comentaristas taurinos afirmaban ayer que la maldición podría romperse si los toros vuelven al ruedo. Dando paz a estas almas en pena.