Sevilla

Manuel Escribano: «No me conformo sólo con vivir de esta profesión»

El sevillano saborea su mejor año, con triunfos en Pamplona y Santander, tras salir del ostracismo en la pasada Feria de Abril

Escribano saluda tras cortar una oreja el pasado San Fermín
Escribano saluda tras cortar una oreja el pasado San Fermínlarazon

Es la gran cara nueva de la temporada. Una sustitución en Sevilla, por El Juli y con la de Miura, le cambió la vida a Manuel Escribano. Del más absoluto ostracismo a asomar la cabeza y asentarse en el circuito de ferias de este 2013. Ese giro de 360 grados soñado por cualquier torero. Pero, el sevillano quiere más y aún quiere saldar una vieja cuenta pendiente: confirmar su alternativa de una vez por todas en Madrid.

-¿Qué le dice el 21 de abril de 2013?

-Pues que fue uno de los días más felices de mi vida. La vida me pegó un giro descomunal. Le debo toda mi temporada a Sevilla y a esa tarde con los «Miura», porque es la que ha propiciado que, por suerte, todo se venga arriba. Me ha metido en el camino que realmente deseaba y del que espero no salirme en mucho tiempo.

-Le llamaron para anunciarle la sustitución y se fue tan tranquilamente a un tentadero.

-Sí, cuando me lo confirmaron, ya me había comprometido a ir a con el ganadero... De todos modos, no había motivo para declinar esa invitación. Tengo mucha confianza en mí mismo y el trabajo ya estaba hecho, no había de qué preocuparse, al revés, quizás me sirvió para estar relajado y salir despejado al día siguiente a La Maestranza.

-Y allí, vaya si sorprendió...

-Sí, mostré la dimensión y el concepto que quiero ofrecer cada tarde que me visto de torero. Los toros de Miura también me ayudaron y sirvieron mucho, pero quizás lo que mejor sensaciones me dejó es que allí nadie echó en falta a un figurón tan grandioso como El Juli. Orejas y triunfo aparte, rayar a esa altura posiblemente es lo que más satisfecho me dejó.

-Por que la papeleta, fácil, no era...

-Pero, yo me sentía preparado. Es verdad que no estaba toreando mucho, pero, como decía antes, el trabajo está ahí. Que no aparezcas en los carteles, no quiere decir que no estés cuajado o que no sepas torear bien. Reconozco, además, que posiblemente esos tópicos que pueden existir me han ayudado. Primero, porque la oportunidad de Sevilla me llegó seguramente en el mejor momento de mi carrera; y segundo, porque soy un torero muy poco visto, por tanto, tengo mucho margen para sorprender al aficionado: muchos me están viendo ahora por primera vez.

-Luego, Pamplona y Santander. Allí tampoco ha perdonado.

-No, no está la situación para malgastar balas. Se me han abierto las puertas de par en par, que era lo más complicado, ahora sólo tengo que sorprender y, sobre todo, convencer. San Fermín, por mi variedad y mi vistosidad, me encajaba bastante a mi perfil. En Santander, pude dar otro golpe en la mesa.

-Habla de sus condiciones, propicias para Pamplona. Esa lidia total es un gran aval.

-Sí, no me gusta reservarme nada. Mi entrega es total. Pero, ojo, que también me gusta enganchar un toro, llevarlo largo y templado hasta el final y rematar cada muletazo. Precisamente, en Santander, creo que se pudo ver las dos vertientes. Lo fundamental es saber equilibrar ambas y eso sólo te lo da la regularidad.

-Para ello, hay que torear.

-Evidentemente. Estar en el circuito de ferias y vestirse de luces con frecuencia se antoja clave para poder evolucionar. No me conformo sólo con vivir de esta profesión, deseo que el que me vea piense que aún le queda mucho torero por descubrir.

-Miura, Dolores Aguirre, Palha, Prieto de la Cal... Está acostumbrado a esas divisas. ¿Le gustaría evolucionar también en ese sentido?

-Ahora mismo es lo que hay, es dónde aparecen los huecos para estar en las ferias importantes. Mi desarrollo como torero lo irá marcando, sobre la marcha iremos viendo qué opciones surgen. Obviamente, quiero mejorar en todos los sentidos, hay margen para ello. También entiendo que cualquier torero está obligado a dar la cara y, en algunos sitios, se ocupe el lugar que se ocupe, habrá que seguir apostando por estas ganaderías.

-Uno de esos lugares es Las Ventas. ¿Le extraña no haber confirmado después de Sevilla?

-Estuve a punto de entrar en las sustituciones de San Isidro, por circunstancias no terminó de cuaja y la empresa no me ha vuelto a llamar. Hombre, sería muy bonito confirmar en Otoño, pero no sé qué planteamiento tienen pensado. Desde luego, quiero ir y dar la cara, llevo nueve años esperándolo, lo tengo pendiente. Eso sí, me gustaría hacerlo con todas las de la ley, no de cualquier manera.

-¿Qué se le viene a la cabeza cuando recuerda esas temporadas parado o su periplo en Venezuela?

-Pese a lo complicado de esa etapa, porque es muy díficil levantarte y mantenerte centrado sabiendo que no tienes ningúna fecha a la vista, guardo muy buen recuerdo de ella. Estoy agradecidísimo a ese país, porque sintonicé desde el primer momento con su afición y su gente tanto dentro como fuera de la plaza. Les deseo lo mejor.