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Oreja para Aguilar, indisposición de Benítez y Santana se arranca la coleta en Málaga

El novillero Juan Carlos Benítez sufrió «deshidratación leve-moderada y glucemia basal alterada»

Oreja para Aguilar, indisposición de Benítez y Santana se arranca la coleta en Málaga
Oreja para Aguilar, indisposición de Benítez y Santana se arranca la coleta en Málagalarazon

El mexicano Miguel Aguilar cortó hoy una oreja en la novillada que cerró la feria de Málaga, en una tarde en la que Santana Claros tuvo que lidiar tres novillos por la indisposición de Juan Carlos Benítez, después de haberse arrancado la coleta en un gesto de rabia tras la lidia del cuarto.

Santa Claros recibió por verónicas al primero de la tarde, pero sin poder terminar de estirarse ya que el novillo se quedaba muy corto por el pitón izquierdo. Brindó a José Luis Martín Lorca y poco pudo hacer Santana ya que el Gabriel Rojas tenía media arrancada y se empeoró quedándose aún más corto pero ya por ambos pitones. Con el cuarto no pudo lucirse con el capote Santana Claros ante un novillo que echó la cara arriba en todo momento. Muy buen tercio de banderillas por parte de Juan José Trujillo. Brindó al respetable y cuando parecía que el animal podía tener más posibilidades, comenzó a quedarse cada vez más corto, a ir con la cara por las nubes y a poner en serios aprietos a Santana.

El malagueño decidió machetear al novillo y recibió una inmerecida pitada por parte del público. En un gesto, ojalá que de rabia, se quitó el añadido y lo tiró al ruedo.

Juan Carlos Benítez se sintió indispuesto y no pudo salir a lidiar su segundo novillo, por lo que Santana, como director de lidia, tuvo que hacerse cargo de él; y, a decir verdad, salió más enrazado y con muchas ganas a parar por verónicas bajando mucho la mano y rematando con una revolera. Con la muleta le puso muchísima voluntad Santana y fue llevando al animal sobre ambos pitones pero éste no terminaba de humillar y siempre soltaba un tornillazo al final del muletazo. Después de apretarle en una tanda por abajo, el de Gabriel Rojas echó el freno y fue prácticamente imposible sacar más lucimiento.

Muchísima disposición mostró con el capote mostró Juan Carlos Benitez ante el manso segundo novillo de la tarde Miguel Aguilar realizó aquí un quite citando muy en corto y con el capote a la espalda. Con la muleta, el de Fuengirola resultó volteado en un par de ocasiones y no se le vio confiado. Al finalizar la lidia pasó a la enfermería con una bajada de azúcar y ya no volvió a salir más.

En el centro del ruedo y de rodillas citó Aguilar a su primer novillo, consiguiendo arrancar los olés de La Malagueta. Muy dispuesto estuvo el mexicano ante un buen novillo que repetía y humillaba queriéndose comer la muleta pero que en ocasiones soltaba la miradita.

Se corrió turno y el sexto salió en quinto por la indisposición de Juan Carlos Benítez. No pudo lucirse con el capote y ya con la muleta lo recibió con pases por alto en el tercio de muchísimo ajuste. Gran actuación del mexicano haciéndole muy bien las cosas al buen novillo de Gabriel Rojas, con temple, gusto y cadencia. Cortó una merecida oreja.

Seis novillos de Gabriel Rojas de justa presentación y juego desigual.

Santana Claros, de rosa y oro: pinchazo y estocada caída (silencio); estocada caída (palmas); estocada contraria y perpendicular, y descabello (palmas en el que mató por Juan Carlos Benítez)

Juan Carlos Benítez, de verde hoja y oro: estocada contraria (ovación en el único que lidió).

Miguel Aguilar, de nazareno y oro: pinchazo y casi entera caída (vuelta al ruedo tras petición); estocada (oreja con petición de la segunda).

En cuadrillas, Juan José Rueda «El Ruso» saludo tras banderillear al segundo; y Blas Márquez y Diego Valladar hicieron lo propio en el quinto.

Tras la lidia del cuarto novillo Juan Carlos Benítez entró a la enfermería por «un cuadro de mal estado general y sensación de mareo». Refiere cansancio y anorexia los días previos, acompañado de sed abundante y diuresis amplias, y diarreas líquidas».

El juicio clínico del doctor Horacio Oliva determina: «deshidratación leve-moderada y glucemia basal alterada». Dada la no mejoría clínica se decide traslado en ambulancia al hospital Vithas Parque San Antonio para completar estudios. Pronóstico grave».

La plaza registró un cuarto de entrada en tarde calurosa.